Los claroscuros de Make America Healthy Again, el proyecto de salud de EU
<![CDATA[
La administración de Donald Trump desveló un informe sobre las enfermedades crónicas que afectan a los jóvenes estadounidenses, en el que apunta a la posible responsabilidad de los alimentos ultraprocesados, los pesticidas e incluso las pantallas, a la vez que siembra dudas sobre las vacunas. Esta publicación generaba expectativa entre los profesionales de la salud ante la complejidad del asunto, y en particular por el rol central del secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas antivacunas.
Kennedy advierte desde hace tiene de un incremento de enfermedades crónicas en niños que atribuye a los alimentos ultraprocesados, toxinas ambientales y un estilo de vida sedentario. El secretario de Salud tiene razón en que prevalencia de enfermedades crónicas en niños aumentó en Estados Unidos durante los últimos 20 años. De acuerdo con un paper publicado en Academic Pediatrics en marzo de este año, casi 1 de cada 3 jóvenes ahora vive con condiciones pediátricas crónicas que afectan significativamente sus vidas. Este aumento está impulsado en gran medida por el TDAH, el autismo, el asma, la prediabetes y la depresión/ansiedad, dijo Lauren Wisk, profesora asistente de medicina en la división de medicina interna general e investigación de servicios de salud de la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA, de acuerdo con un comunicado. “La prevalencia de afecciones infantiles es actualmente más alta de lo que sugieren las estimaciones anteriores”, dijo Wisk, autora principal del estudio. Sin embargo, las razones a las que apunta el estudio son distintas a las que señaló el informe de Kennedy. “Los jóvenes que están sujetos a vulnerabilidad socioeconómica, como tener menos educación, ingresos más bajos, tener un seguro público o estar desempleados, tienen más probabilidades de vivir con una condición crónica que los jóvenes con ventajas socioeconómicas”.
¿Qué es Make America Healthy Again y cuál es su origen? “Make America Healthy Again” (MAHA) —Hagamos a Estados Unidos Saludable de nuevo— es un eslogan y un movimiento político liderado por el propio Kennedy Jr. El movimiento busca mejorar la salud de los estadounidenses, especialmente de los más jóvenes. Kennedy afirma que una serie de problemas de salud empeoraron debido a la inacción federal, incluyendo el autismo, el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, los trastornos del sueño, las tasas de infertilidad, la diabetes y la obesidad.
La Comisión MAHA: estructura, objetivos y primeros pasos El 13 de febrero de 2025, Trump estableció a través de una orden ejecutiva la Comisión Presidencial Make America Healthy Again, que tiene como fin “mejorar la salud de los estadounidenses, en particular la de los niños”. “Para abordar plenamente la creciente crisis sanitaria en Estados Unidos, debemos reorientar nuestro enfoque nacional, tanto en los sectores público como privado, hacia la comprensión y la reducción drástica de las tasas de enfermedades crónicas y la erradicación de las enfermedades crónicas infantiles”, indica el documento. La comisión MAHA está presidida por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., con el asistente del presidente de Política Interna como director ejecutivo.
“La misión inicial de la Comisión será asesorar y ayudar al presidente Trump sobre la mejor manera de ejercer su autoridad para abordar la crisis de las enfermedades crónicas de la infancia”, indica la Orden Ejecutiva. Para lograrlo, la comisión debía estudiar el alcance de la crisis de la enfermedad crónica infantil y cualquier posible causa contribuyente, incluida la dieta estadounidense, la absorción de material tóxico, los tratamientos médicos, el estilo de vida, los factores ambientales, las políticas gubernamentales, las técnicas de producción de alimentos, la radiación electromagnética y la influencia corporativa o el amiguismo. También debe asesorar y ayudar al presidente a informar al pueblo estadounidense sobre la crisis de la enfermedad crónica infantil, utilizando hechos transparentes y claros y proporcionarle recomendaciones sobre la política y la estrategia relacionadas con el tratamiento de las causas que contribuyen identificadas y poner fin a la crisis de la enfermedad crónica infantil. La comisión contaba con 100 días para presentar ante el presidente la evaluación “Hacer a nuestro hijos sanos de nuevo”.
Principales causas identificadas y propuestas clave El informe presentado por Kennedy afirma que los alimentos procesados, los productos químicos, el estrés y la prescripción excesiva de medicamentos y vacunas pueden ser factores causantes de enfermedades crónicas en los niños estadounidenses.
Kennedy dijo que el informe de la comisión era un “toque de alerta para hacer algo con la máxima urgencia para poner fin a esta crisis” de aumento de las tasas de obesidad infantil, diabetes, cáncer, trastornos mentales, alergias y trastornos del neurodesarrollo como el autismo. El informe no aboga por cambios normativos específicos ni restricciones sobre los pesticidas usados en la agricultura, como temían algunos grupos agrícolas, sino que afirmaba que los productos químicos debían investigarse más a fondo. El texto se hace eco de declaraciones anteriores de Kennedy en las que afirmaba que los alimentos altamente procesados y los aditivos son un riesgo para la salud y que la industria alimentaria tiene demasiada influencia en la elaboración de recomendaciones de salud pública como las Guías Alimentarias. En una conferencia de prensa, dijo que había consenso para dar prioridad a lo que denominó la crisis de los alimentos ultraprocesados. El informe también apunta al calendario de vacunación infantil de Estados Unidos, afirmando que el número de vacunas que se recomienda recibir a los niños estadounidenses es superior al de muchos países europeos. El documento afirma que deben estudiarse los vínculos entre las vacunas y las enfermedades crónicas. Kennedy, un escéptico de las vacunas desde hace mucho tiempo, ha impulsado durante muchos años teorías desacreditadas sobre la seguridad de las vacunas contrarias a las pruebas científicas.
También denuncia la excesiva medicación de los niños, al citar el aumento de las recetas de fármacos psiquiátricos y antibióticos, y culpa a las empresas de desvirtuar la investigación científica. Otras recomendaciones de políticas públicas especificas serán presentadas en agosto.
¿Quién pierde más con este proyecto? Algunas de las metas de Kennedy cuentan con apoyo bipartidista, como la postura sobre los alimentos ultraprocesados en tanto la obesidad infantil sigue en ascenso en Estados Unidos. Sin embargo, la administración Trump ha recortado drásticamente los fondos destinados a la investigación para mejorar la dieta. Además, califica de grave amenaza los “productos químicos perpetuos” que se encuentran en los utensilios de cocina, los textiles y la espuma antincendios, pese a que la semana pasada la administración relajó los límites de esos mismos contaminantes en el agua potable.
Reacciones y controversias Desde que asumió el cargo, Kennedy ha ordenado a los institutos nacionales de salud que investiguen las causas del autismo, un trastorno que durante mucho tiempo ha sido vinculado falsamente a la vacuna SPR contra el sarampión, las paperas y la rubeola. Las referencias del informe a las enfermedades crónicas parecen hacer un guiño a esa misma teoría, desacreditada por numerosos estudios desde que la idea salió por primera vez a la luz en un documento de finales de la década de 1990 basado en datos falsificados. Los críticos también dicen que Kennedy minimiza el peligro de las enfermedades infecciosas.
]]>