Los cardenales debaten sobre los problemas financieros y la “herida de la polarización” en la Iglesia de cara al cónclave de la próxima semana
Ya están en Roma 124 de los 133 cardenales que entrarán en el cónclave el 7 de mayo ―se confirman dos ausencias por motivos de salud, y todo apunta a que son el español Antonio Cañizares y el keniano John Njue―, y las discusiones de las congregaciones generales, las decisivas asambleas preparatorias del cónclave, entran por fin en los debates cruciales. El primer gran tema que han abordado los cardenales este miércoles, tras los tanteos de la semana pasada, es revelador de lo que más les preocupa, al margen de cuestiones doctrinales: los dineros. Con razón, porque en 2023 el Vaticano tuvo un déficit de 83,5 millones de euros y los ingresos y donaciones no paran de caer. Según ha informado el director de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, los cardenales han dedicado a este tema media mañana, con intervenciones explicativas de los cuatro purpurados con puestos de responsabilidad en ese ámbito.