Los astrónomos de Ucrania siguen observando las estrellas en medio de la guerra

A 40 kilómetros del frente de guerra en Ucrania se sitúa el mayor radiotelescopio de baja frecuencia del mundo. Su nombre técnico es UTR-2 y, para el no versado en astronomía, sus más de 2.000 antenas y su forma de diamante podrían parecer una instalación artística gigantesca en la Bienal de Venecia. Pero el UTR-2 fue un proyecto de la Unión Soviética para descifrar la formación de las galaxias. Medio siglo después de su apertura, la invasión rusa lo ha dejado desconectado de las estrellas.


