León XIV tendrá que ganarse a Roma antes de conquistar el mundo

Una madre siempre quiere lo mejor para un hijo, y doña Maria Tadini, sentada el jueves por la tarde en su sofá de flores, rezaba en silencio por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, fraile franciscano, patriarca latino de Jerusalén y uno de los candidatos italianos a suceder al papa Francisco. En el televisor del salón ya había visto la fumata blanca y ahora estaba a la espera de que se abriera el balcón y apareciera el nuevo pontífice. ¿Sería su hijo? El piso había sido invadido por las cámaras de varias televisiones que recogieron en directo la reacción de doña Maria cuando vio que el elegido no era su Pierbattista.