Lealtad partidista mata sororidad

No me es posible dejar de señalar la incoherencia entre el discurso y los hechos. El día 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, llamó a las mexicanas a denunciar cualquier acto de violencia y combatirla. A la vez, aseguró que las mujeres “no están solas”. Sin embargo, ese mismo día, el senador Noroña acusó de ambiciosa a Grecia Quiroz, quien sustituyó en la presidencia municipal de Uruapan a su esposo, Carlos Manzo, quien cayó asesinado en la Plaza de los Mártires hace unas cuantas semanas.

El señor Noroña, no hay duda, seguirá con sus discursos separados de la realidad, por sí solo no dejará el micrófono. Pero ¿dónde está la condena de la propia secretaria Hernández y de tantas servidoras públicas que hablan de sororidad pero prefieren ser leales a su movimiento? Callan ante el abuso de los machos que solapan para no “hacerle el caldo gordo a la derecha”. 

Sobran ejemplos: fueron incapaces de juzgar al guerrerense Salgado Macedonio para averiguar si era culpable. Hace poco, cuando lo correcto era quitarle el fuero al exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, para que enfrentara ante la fiscalía las acusaciones de abuso sexual presentadas por su propia media hermana, prefirieron darle su apoyo y gritarle ¡No estás solo! desde la tribuna de la Cámara de Diputados.

La diputada del Partido del Trabajo expresó el propio 25: “La emergencia feminicida en México exige respuestas reales, no simulación”. Y denunció que la simulación estaba en la propia conferencia mañanera de la presidenta Sheinbaum por la presencia del gobernador Jara de Oaxaca, quien, según la diputada, solapa violentadores de mujeres. Dio varios ejemplos. Se quejó también de la propia secretaria Hernández, quien, según ella, dice mucho, hace poco y no le informa a la presidenta de la realidad. Denunció que la inacción de la senadora Malú Micher, a quien acudió para pedirle ayuda, tuvo consecuencias en la vida de su compañera Sandra Domínguez, activista asesinada a finales del 24.

Pide la secretaria Hernández que las mexicanas denuncien a los violentadores. ¿Para qué? ¿Para que las mujeres del régimen sigan haciéndose de oídos sordos? Den el ejemplo, quiten fueros, expulsen a los Blanco y a los Noroña.

X: @munozoliveira

admin