Las tecnológicas ganan más por Cloud, pero necesitan infraestructura
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El negocio de la nube es la vertical más rentable en varias empresas de tecnología, entre ellas Amazon, Alphabet y Microsoft, que en sus reportes trimestrales refieren cifras exitosas en este negocio. En el segundo trimestre de 2025, los ingresos de Azure, AWS y Google Cloud crecieron impulsados por la integración masiva de inteligencia artificial (IA) en los servicios empresariales. Sin embargo, detrás de estos números hay un desafío que las compañías tienen: la necesidad de infraestructura.
Según datos de los reportes trimestrales, Google planea destinar 85,000 millones de dólares en 2025 a este fin. AWS invertirá 118,000 millones, mientras que Microsoft se moverá en un rango de 80,000 a 90,000 millones. Meta, de Mark Zuckerberg, proyecta entre 66,000 y 72,000 millones, con la expectativa de alcanzar 100,000 millones en 2026. De acuerdo con Alfonso Jarquín, director de inversiones en VALMEX, hay tres vertientes principales en estas inversiones: el crecimiento de data centers, asegurar una infraestructura de microchips y la energía. “Esto conforma la base material que permitirá a la inteligencia artificial seguir escalando y transformando industrias”, precisó Jarquín.
El impulso se refleja en los resultados de Nvidia, cuyos ingresos en centros de datos alcanzaron casi 39,000 millones de dólares, un alza de 73% interanual, y en los planes de TSMC, que anunció la construcción de seis fábricas en suelo estadounidense con inversiones por 165,000 millones, refirió el especialista. Cada servidor adicional permite entrenar modelos de IA más potentes, pero también eleva la factura energética y las necesidades de espacio físico. Durante la última conferencia con inversionistas, Sundar Pichai, CEO de Google, enfatizó que “la próxima fase de la nube será impulsada por IA y requerirá una infraestructura sin precedentes”. Por su parte, Andy Jassy, de Amazon, reconoció que AWS enfrenta restricciones de capacidad y que invertir “por encima de los 100,000 millones de dólares” es la única forma de sostener el liderazgo. Microsoft mantiene márgenes saludables gracias a Azure, mientras que AWS reportó un run rate de ingresos anualizado de 123,000 millones de dólares. Meta, que fue castigada por los inversionistas por su gasto en el metaverso, ahora justifica sus inversiones masivas en centros de datos y chips de IA como una apuesta a largo plazo. “Planeamos invertir cientos de miles de millones en la próxima década para asegurar nuestra posición”, afirmó Mark Zuckerberg. “La Agencia Internacional de Energía estima que el consumo mundial de los centros de datos se duplicará hasta 945 TWh antes de 2030, y el Departamento de Energía de Estados Unidos proyecta que podrían absorber hasta 12% de la demanda nacional en 2028. Para muestra de esto es el desempeño del sector energético que se encuentra entre los tres de mejor desempeño en el S&P 500 este año”, argumentó Jarquín. Los operadores de centros de datos advierten que las redes eléctricas en ciudades clave ya están llegando a su límite. Esto mientras la presión ambiental también se intensifica, pues el consumo de agua para enfriar servidores y las emisiones asociadas al consumo eléctrico han generado críticas de organizaciones ambientales y gobiernos locales. Además, el riesgo regulatorio crece; cualquier cambio en las normas de energía o impuestos puede alterar la ecuación de rentabilidad. Los analistas se preguntan cuánto tiempo podrán las tecnológicas sostener este nivel de gasto. Si bien el mercado premia el crecimiento, la inversión en infraestructura de IA podría convertirse en una espada de doble filo si la demanda se desacelera o si los retornos tardan más de lo previsto. La nube y la IA son hoy los motores de las grandes tecnológicas, pero están construidas sobre cimientos cada vez más costosos y complejos.
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