Las plataformas digitales: regalar para ganar

Las plataformas de varios lados son aquellos negocios en los que confluyen diversos grupos diferentes de usuarios a hacer algún tipo de intercambio, transacción o simplemente para poner atención a algún contenido. Por ejemplo, en los periódicos confluyen los anunciantes y los lectores, en los centros comerciales confluyen los comercios que rentan los locales y los compradores de artículos o servicios.
En la economía digital se ha popularizado este tipo de modelo de negocios, que como bien se desprende del párrafo anterior, no es nuevo. En la economía digital tenemos plataformas de transporte que juntan a choferes con viajeros, otras juntan a hombres con mujeres para tener citas, otras más a compradores con vendedores (en ese sentido son muy similares a los centros comerciales), otras a tarjetahabientes con comerciantes y unas más a publicistas con sitios web para anunciar a sus clientes (similar a lo que pasaba con los periódicos físicos).
Generalmente este modelo de negocios necesita de redes para funcionar. Entre más compradores haya en una plataforma, más vendedores querrán tener presencia también en ella. Mientras más pasajeros usen una plataforma, más choferes querrán prestar sus servicios en ella, etcétera.
Por ello es común que las plataformas subsidien a uno de los grupos que interactúan en ellas. Lo más frecuente es que subsidien al lado que tiene más alternativas o que no necesita tanto la plataforma. Por ejemplo, los clubes nocturnos suelen ofrecer menores precios a las mujeres. De igual modo, desde la perspectiva del usuario algunos servicios “parecen gratis”, por ejemplo, las búsquedas en Internet, el uso de plataformas de comercio electrónico, el uso de redes sociales, entre otros. Sin embargo, probablemente sea alguien más quien esté pagándolo: anunciantes, vendedores, etcétera.
Al analizar casos de competencia económica es importante hacer esta consideración, puesto que de otro modo podríamos estar pasando por alto el surgimiento de problemas, tanto de explotación vía precios como de exclusión de otros competidores. Sin embargo, tampoco podemos obviar las eficiencias que se generan para compradores, pasajeros o quienes usan el servicio de búsqueda, etcétera.
Una visión flexible que considere en su justa medida a los diversos lados de la plataforma es necesaria para explorar estos temas. También es necesario explorar soluciones flexibles que convengan a todos cuando se trata de imponer medidas o regulación. El uso de sanciones o regulación inflexible es solo deseable si es completamente necesario y en casos en que no sofoque la actividad económica.
En México el marco normativo actual nos permite usar herramientas cuasi regulatorias para abordar estas problemáticas sin necesidad de imponer regulación preventiva generalizada en toda la economía digital, sino abordando soluciones para casos específicos. En ese sentido podemos colaborar creando recomendaciones e incluso medidas regulatorias que fortalezcan la competencia considerando a todos los grupos involucrados: que no se abuse de alguno de los grupos de la plataforma, pero que tampoco se pierda de vista el beneficio que da a otros grupos.
Este tipo de regulaciones caso por caso suelen ser menos intrusivas que las generales. Es tarea de la autoridad que sean lo más costo efectivas posible, es decir que logren su objetivo con el menor costo para empresas y consumidores.