Las lluvias y el presupuesto público
Para hacer frente a sus crecientes compromisos, el gobierno se está quedando sin dinero. Los recursos financieros serán más escasos luego de las torrenciales lluvias en cinco estados de la República. Y es que, a cualquier gobierno que enfrente una tragedia como la sufrida, tiene impacto fuerte en sus planes incluso, para el resto del sexenio. Es el caso del presidente Miguel de la Madrid con los sismos de 1985, pero también de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Enrique Peña Nieto tuvieron que afrontar meteoros climatológicos, sismos o ambos. A López Obrador le tocó al final de su sexenio, el huracán categoría 5 llamado Otis, aunque en este caso en particular, no está claro el costo real en la finanzas. Desde el día 1, todos los presidentes deben partir de la base de que, México es uno de los 10 países del mundo, expuesto a desastres naturales; tenemos acceso a tres mares, 42 volcanes activos o potencialmente activos, diversas zonas sísmicas y formamos parte de la falla tectónica más grande del planeta. Cualquier tragedia generada por alguna de estas condiciones puede descarrilar cualquier proyecto político o económico. Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí con decenas de municipios han sido afectados por las lluvias recientes, apoyarlos no será cosa de un par de semanas de visitas de los políticos a las zonas emproblemadas, requerirá meses sino es que años, dejarlos al menos en las condiciones en las que se encontraban.
Como es notorio, el gobierno está muy justo en sus recursos, la economía lleva siete años sin crecimiento por arriba de lo que aumenta la población, la base de contribuyentes cumplidos es infinitamente menor a la economía informal y, los compromisos son crecientes sobre todo en becas, pensiones y pago de intereses de la deuda acumulada. El dinero público que por cierto no es del gobierno, sino de los contribuyentes que no lo cortan de los árboles, junto con las lluvias presenciamos cómo utilizando a la salud como justificación, el estado se hará de 160 MMDP para completar un presupuesto superior a los 10 millones de millones de pesos que incluye más de un billón de pesos de deuda. Rehabilitar municipios afectados no será cosa echarle tierra a los caminos para poder transitar o ponerle lámina a los techos de más de 100,000 casas dañadas o limpiar escuelas con materiales aportados por los padres de familia. Este episodio de lluvias va a requerir de mucho dinero por un tiempo largo, muy probablemente todo el sexenio de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, claramente comprometida por ayudar a todos los mexicanos que hoy están sufriendo. Pese a la gigantesca suma de dinero que habrá para gastar el año entrante, paradójicamente, no va a alcanzar para lo habitual y, por tanto, para hacer frente a las inundaciones por que es previsible, que áreas sensibles como la seguridad, la salud y la educación se vean nuevamente comprometidas.