Las extraños compañías de tumba de Francisco: de un golpista fascista al Papa que quemó a Giordano Bruno
El difunto papa Francisco reposa ya en la basílica de Santa María la Mayor, según se entra, al fondo a la izquierda, donde ya este domingo ha habido largas colas para visitar su tumba. Hasta dos horas de espera, 31.000 personas contabilizadas a la una del mediodía y escenas de masificación que empujaron a pedir calma por megafonía. No se permite detenerse ante la lápida de Jorge Mario Bergoglio para agilizar el paso de la multitud. La prisa y la atención sobre el Pontífice no dejan, en realidad, prestar atención a otros detalles curiosos del templo, como el de sus sorprendentes compañeros de sepultura.