Las armadoras de aviones en la era Trump
La administración Trump ha decidido que la armadora de aviones Boeing, otrora símbolo de la supremacía estadounidense en la fabricación de aeronaves y muchos otros equipos aeroespaciales y de Defensa, ya no debe desarrollar el nuevo avión presidencial, el Air Force One, debido a los muchos retrasos que ha sufrido la fabricación de dicho aparato.
La verdad es que la situación de la Boeing dista mucho de tener un solo problema. De acuerdo con los especialistas, la armadora de aviones con sede en Seattle, Washington, tiene una lista de atrasos en las entregas de aeronaves que se calcula en 6,211 aparatos, entre los cuales destacan los que debería entregar a United (451); mientras Emirates, Lion Air y Akasa Air tienen pendientes de recibir 248, 229 y 199 aeronaves, respectivamente. Y se le suman Ryanair, con 185 aviones; American Airlines con 175 y Flydubai con 157, entre muchos otros, de acuerdo con el sitio de noticias Preferente.
La cadena de suministro de la empresa, dicen, está completamente dislocada desde que inició la pandemia y después con la guerra de Rusia-Ucrania, además de que los problemas con la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) como resultado de los accidentes del B-737 MAX y de otros incidentes, han complicado mucho la entrega de partes y ahora con el tema de aranceles puede que las cosas se retrasen aún más.
En 2024 Boeing entregó sólo 348 aparatos, mientras que en 2023 había adjudicado 528. La caída es visible. Y aunque su principal rival, la eruopea Airbus entregó más muchas más (766), en el primer trimestre del 2025 sólo entregó el 17% de su meta anual de 820 aeronaves, un 20% menos de lo esperado. Y es que su cadena de suministro -que depende en gran medida de los materiales procedentes de la zona rusa- también ha sido tocada por la situación de guerra e implica muchos retrasos.
Un tema especialmente fuerte es el mismo que enfrenta Boeing, aunque de otra manera. Es decir, los aranceles que Donald Trump ha decidido imponer a las importaciones, que también inlcuyen partes de avión fabricados en cualquier lugar que no sea Estados Unidos.
Airbus ha logrado esquivar en parte este asunto entregando aviones en otros países, pero sin duda llegará el momento en que se deba enfrentar el golpe de los aranceles. Este asunto le perjudicará más a las aerolíneas estadounidenses de lo que en principio parece, porque sus planes de flota pueden verse afectados, así como las finanzas de las principales aerolíneas de ese país.
Por lo pronto, hay un tema que ha levantado polémica. Ante los problemas por los que atraviesan Boeing y Airbus y la posibilidad de que se retrasen las entregas de ambas armadoras, RyanAir, la aerolínea de bajo costo con sede en Irlanda, insinuó que podría comprarle aviones a Comac, la empresa china que apenas está sacando a la luz sus primeros modelos. En concreto habló de adquirir los C-919, aviones de pasillo único.
La reacción del Congreso de EU fue fuerte: advirtió a RyanAir que no debía comprar estos aparatos pues “hay vínculos entre la fabricante de aviones y el ejército chino”. Una amenaza que causó estupor. Ya veremos en qué acaba esta historia.