La vulnerabilidad económica global

La economía mundial se encamina este año con un crecimiento económico de 2.8%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional. Este nivel está cercano a 2.5% que se considera que corresponde a uno de estancamiento. Cerca está la zona gris de la recesión.

Lo que preocupa es que hay dos crisis que están empujando al mundo hacia la pendiente recesiva. Una es la guerra tarifaria y la otra es la guerra en Medio Oriente.

Los aranceles de Estados Unidos (EU), que iban a ser de 10% para todos los afectados, hubiera significado cinco veces más el arancel promedio que se ha tenido en los últimos 30 años. Ahora será mayor. Los aranceles a China son los más altos y están en negociación, lo mismo que con Brasil. La consecuencia económica de estas decisiones políticas es que habrá un descenso de la actividad económica y más inflación.

Estados Unidos aplica un arancel general y otro adicional a los países que tienen un superávit comercial con ellos. Es el caso de Vietnam, Corea del Sur, India, Taiwán y Tailandia. A estos países les aplica aranceles que van de 20 a 25 por ciento.

También ha revelado EU que a los países de la Unión Europea le aplicará un arancel de 30 por ciento. Esta amenaza complica la decisión del Banco Central Europeo de hacer recortes en las tasas de interés.

Para México y para Canadá, EU les aplicará aranceles de 30% a partir de agosto. Nada que ver con la “política del buen vecino” de Roosevelt o la Alianza para el Progreso de Kennedy.

La guerra entre Israel e Irán puede producir sorpresas en el campo petrolero, si se afectan las líneas de transporte. Hay experiencias negativas de eventos en el Medio Oriente que hicieron subir los precios del petróleo de manera excesiva.

Transitoriamente tras el bombardeo de EU a las instalaciones nucleares de Irán se crea una pausa. Irán financia a fuerzas radicales de la región para desestabilizar a los países y al mundo. El canciller de Alemania, Friedrich Metz, declaró “Israel está haciendo el trabajo sucio para todos nosotros”. Y China y Rusia, aliados de Irán, han opinado con mesura.

Dice Stephen Roach, especialista en Economía Internacional: “La clave para el panorama a corto plazo no son los aranceles ni la guerra con Irán, sino su interacción geopolítica. Estas crisis tienen el potencial de retroalimentarse, amenaza a una economía mundial vulnerable que ya corre el riesgo de estancarse. Las predicciones cíclicas nunca son seguras. Pero las dos crisis de este año hacen que una recesión parezca cada vez más probable”.

También estas crisis conducen a instrumentalizar en forma hostil el comercio, las finanzas, la energía y la inmigración.

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