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En respuesta, el gobierno ruso afirmó que las medidas serán “contraproducentes”.
“Cada paquete añade un efecto negativo para los países que se unen” a esas sanciones, dijo el vocero del gobierno ruso, Dmitri Peskov, quien añadió que las medidas serán analizadas “para minimizar las consecuencias”.
Estos paquetes de sanciones comenzaron a ser adoptados por la UE poco después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, en 2023, y el bloque desde entonces ha sumado restricciones e insiste en su eficacia.
De acuerdo con una declaración distribuida por el equipo de Kallas, “cada sanción debilita la capacidad de Rusia para hacer la guerra. El mensaje es claro: Europa no retrocederá en su apoyo a Ucrania”.
En sus redes sociales, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aplaudió la definición del nuevo paquete de sanciones a Rusia.
“Esta decisión es esencial y oportuna, especialmente ahora, como una respuesta al hecho de que Rusia ha intensificado la brutalidad de sus ataques”, señaló el mandatario.
De su lado, el jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, celebró que con el nuevo paquete “mantenemos la presión sobre Rusia”.
Forzar a Putin
En tanto, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Noel Barrot, dijo este viernes que el conjunto de medidas “no tiene precedentes”.
“Junto con Estados Unidos vamos a forzar a Vladimir Putin a un cese del fuego” en Ucrania, dijo.
Las negociaciones sobre este 18º paquete se habían estrellado hasta ahora con la oposición de Eslovaquia, por temor a los efectos internos que tendrían dichas medidas, aunque ese país recibió garantías de la UE.
El nuevo conjunto de medidas determina una reducción en los precios máximos al petróleo ruso exportado a terceros países de todo el mundo, a un 15% por debajo del valor de mercado.
Ese tope es una iniciativa del G7, destinada a limitar la cantidad de dinero que Rusia obtiene exportando petróleo.
El G7 ya implementó un tope en el precio al petróleo ruso de unos 60 dólares por barril, y la tendencia ahora es rebajar ese máximo a unos 48 dólares.
Con este nuevo paquete de medidas restrictivas, la UE añadió unos 70 navíos a la lista de sanciones por pertenecer a la denominada “flota fantasma”, utilizada por Rusia para eludir restricciones adoptadas previamente.
Así, el número de buques incluidos en la lista de sanciones ya asciende a 419.
Esa “flota fantasma”, compuesta a menudo por buques obsoletos y no registrados, opera principalmente en el mar Báltico y con tripulaciones sin experiencia.
El conjunto de medidas acordado este viernes también incluye sanciones a una refinería de petróleo de propiedad rusa en India y a dos bancos chinos.
Estas sanciones fueron acordadas por los representantes permanentes de los países de la UE en Bruselas, y deberán ser adoptadas formalmente a nivel ministerial aún este viernes.