La relación peso-dólar a lo largo de un año

La relación peso-dólar a lo largo de un año

El comportamiento del tipo de cambio a lo largo del último año deja ver muchos momentos que van a quedar para la historia.

Lo que principalmente ha movido a los mercados y en general a las economías han sido las decisiones políticas, internas y externas.

La relación peso-dólar tiene, además, un efecto social porque por años se endosó la cotización de la moneda mexicana a los símbolos patrios y quedó tatuado en el ADN nacional.

La realidad es que ha demostrado ser un precio, sí muy importante, pero no determinante de la suerte económica del país. Y de paso ha sido un termómetro de muchos hechos que serán históricos.

Hace un año, en la antesala de las elecciones federales, se cambiaba un dólar por 16.50 pesos. Ya descontaba la continuidad en la presidencia del partido en el poder, pero en los mercados nadie esperaba que el régimen jugara con los resultados hasta construir una mayoría calificada, falsa, inventada, manipulada, que les diera el control de la Constitución.

El Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sólo podrán rendir cuentas con la historia, hoy con nadie más, pero cambiaron la ruta democrática de este país.

Para agosto del año pasado, con la agenda de contrarreformas constitucionales ya garantizada, la cotización peso-dólar ya superaba los 20.15.

En una síntesis muy apretada, el siguiente momento que cambió, desde las decisiones políticas la suerte de México y el mundo, fue el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Del recuento que ya sabemos de sus acciones aquí sólo apunto los 21.30 por dólar en la víspera del inicio de su segundo periodo.

Elegir este día, 21 de mayo, para hacer una comparación anual es totalmente arbitraria, sólo por el hecho de que el peso ha logrado cierta recuperación frente al dólar, básicamente por la debilidad de la divisa estadounidense. Con todo, la depreciación de la moneda mexicana en un año es de 16.50 por ciento.

Nada ha cambiado, al contrario, este es un momento de espera de las consecuencias de lo ya hecho, sin poder descartar más decisiones políticas que agraven las condiciones económico-financieras.

En lo interno, estamos a 10 días de que se concrete el golpe antidemocrático más fuerte del siglo en México con la elección judicial. Y es nada menos que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, el que nos deja ver sin tapujos para qué quieren todo el poder, para humillar, para hacer lo que quieran, porque pueden.

Y en lo externo, con toda la incertidumbre que ha generado Donald Trump, estamos ante la primera gran implosión por sus políticas comerciales. Japón está al borde de una crisis económico-financiera de proporciones mayores que podría arrastrar a los mercados y a las economías de muchos países.

Hoy hace un año, cuando los dólares estaban en 16.50, México tenía problemas, el mundo tenía retos, pero eran diferentes y manejables que permitían una expectativa medianamente optimista.

México y su déficit fiscal, la mala calidad de la administración pública y Pemex. Estados Unidos en crecimiento y en plena lucha contra la inflación. En fin.

Hoy, con dólares a 19.30, la principal divisa es la incertidumbre.

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