La relación entre Estados Unidos y Brasil se tensa por los aranceles del 50% y la visita a la OMC

Brasil recurrió este miércoles a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para denunciar los aranceles del 50% impuestos por Estados Unidos a muchos de sus productos, algunos tan importantes como el café y la carne, en una nueva escalada entre Washington y la primera economía latinoamericana.

Un 50% también será lo que pague India, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, le impusiera un 25% adicional este miércoles.

En su arremetida arancelaria, el republicano anunció asimismo que tiene la intención de gravar con un 100% los “chips y semiconductores”. No dijo cuándo.

En cuanto a Brasil, Estados Unidos exporta más al país de lo que importa, pero Trump retó a su homólogo brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, por lo que considera una “caza de brujas” contra su predecesor ultraderechista Jair Bolsonaro, juzgado por una presunta intentona golpista en 2022.

Además, la Casa Blanca califica la política brasileña de “amenaza inusual y extraordinaria”.

Por todo ello, a partir de este miércoles subió del 10% al 50% las tarifas aduaneras a muchos productos brasileños. Otorgó un plazo adicional a los productos cargados en barcos antes del 7 de agosto y que lleguen a Estados Unidos antes del 5 de octubre.

Trump ha excluido de los nuevos gravámenes importaciones clave para Brasil como el jugo de naranja, la energía, las aeronaves civiles y sus componentes, los fertilizantes, los metales preciosos, la pasta de celulosa o el arrabio, entre otros. Pero incluyó el café y la carne.

Según Brasilia, el 36% de las exportaciones del país a Estados Unidos se verán afectadas por impuestos suplementarios, una situación que exaspera a Lula.

Brasil no se quedó de brazos cruzados. Este mismo miércoles presentó un pedido de consultas ante la misión de Estados Unidos en la OMC.

Soberanía “atacada”

“Nuestra democracia está siendo cuestionada, nuestra soberanía está siendo atacada, nuestra economía está siendo agredida”, declaró Lula el martes en la sede de la cancillería.

El dirigente izquierdista, que prevé presentarse a la reelección en 2026, arremetió, sin mencionarlo, contra Eduardo Bolsonaro.

El diputado e hijo del exmandatario brasileño mantiene vínculos estrechos con líderes trumpistas y encabeza desde Estados Unidos una campaña en defensa de su padre.

“Esta interferencia en temas internos contó con el apoyo de verdaderos traidores a la patria”, dijo Lula.

El enojo de Trump, plasmado en julio en dos cartas, una contra el Brasil de Lula y otra en solidaridad con Bolsonaro, ha crispado la relación entre los dos países.

Atrás queda la cordialidad escenificada por Lula y el expresidente demócrata estadounidense Joe Biden (2021-2025) en una visita del brasileño a la Casa Blanca en 2023, cuando ambos se erigieron en guardianes de los valores democráticos.

Trump ha golpeado asimismo el sistema judicial, con sanciones al juez de la corte suprema de Brasil Alexandre de Moraes, a cargo del juicio contra Bolsonaro, por “autorizar detenciones arbitrarias” y “suprimir la libertad de expresión”.

Aranceles en cadena

Brasil adelantó por unas horas a decenas de socios de Estados Unidos sujetos a aumentos de tarifas aduaneras.

Le siguió India. Trump firmó un decreto que añade 25% de aranceles sobre sus productos “en respuesta a la compra continua de petróleo ruso”. Esta nueva tarifa aduanera se empezará a aplicar dentro de tres semanas y se suma a otra del 25% que debe entrar en vigor el jueves. O sea 50% en total.

En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores indio lo consideró “extremadamente lamentable”.

Después de China, India es el principal cliente ruso de su petróleo, que representó en 2024 cerca del 36% de sus importaciones en la materia, según datos del Ministerio de Comercio indio.

Nueva Delhi alega que fue una elección pragmática, porque la producción de los países del Golfo iba hacia Europa cuando esta decidió prescindir de los hidrocarburos rusos.

En abril, Trump ya impuso un mínimo universal de +10% de aranceles, pero a partir del jueves muchos países tendrán que abonar recargos de hasta el 41 por ciento.

La mayoría pagarán un 15% adicional, como Costa Rica, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Nicaragua, un 18%.

México tiene un plazo de 90 días para negociar las subidas arancelarias, aunque ya enfrenta aranceles adicionales del 25% a los productos que no estén protegidos por el Tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC), del que forma parte con Estados Unidos y Canadá.

Además, Trump impuso recargos específicos a sectores, como el 50% al acero, al aluminio y al cobre, y el 25% a automóviles y componentes que no entren en el T-MEC.

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