La orquesta del Titanic ya llegó
La destrucción también es una forma de venganza. MAGA (Make America Great Again) intenta destruir el sueño americano colonizando las universidades. Paradójicamente, el sueño americano fue quien hizo grande a Estados Unidos.
En México, AMLO decidió destruir la democracia mexicana a través de unas elecciones populares que harían estallar al poder judicial. (Quienes voten el domingo estarán firmando el acta de defunción de la democracia.)
En Israel, Benjamin Netanyahu está destruyendo los principios básicos de cualquier democracia: el respeto de los derechos humanos. Lo mismo da, Bezalel Smotrich, Israel Katz o el mismo Netanyahu, los tres han dicho al mundo entero que quieren para ellos la Franja de Gaza, sea como sea.
La libertad era un producto de exportación estadounidense. Existió una época en la que decenas de países la producían y la exportaban. Ahora, en pleno siglo XXI, la libertad ya es un bien escaso.
Evo Morales violó la Constitución que él mismo redactó y muchos le aplaudieron; la familia Ortega ha enloquecido y muchos le aplauden; la dictadura cubana lleva décadas culpando el embargo, y ni siquiera se atrevió a mandar una señal de cambio durante el gobierno de Obama, presidente que reactivó las relaciones diplomáticas. Maduro mata, pero varios gobiernos le extienden la mano.
El mundo se ha convertido en una secta tipo QAnon.
Donald Trump promueve el pensamiento único en las universidades de Estados Unidos. Oxímoron brutal.
En Estados Unidos hay más de un millón de estudiantes universitarios extranjeros que año con año inyectan miles de millones de dólares a la economía e impulsan el sector científico y tecnológico del país. Muchos de ellos se han convertido en sospechosos; en potenciales enemigos del Gobierno de Trump.
La Asociación de Educadores Internacionales (Nafsa, por sus siglas en inglés) estima que solo durante el ciclo lectivo 2023-2024, los estudiantes extranjeros aportaron casi 44 mil millones de dólares a la economía estadounidense (The New York Times).
Stuart Anderson, CEO del centro de estudios National Foundation for American Policy, señala que la mayoría de los estudiantes extranjeros en EU son de India y China, y la mayor parte se especializa en el campo de estudios conocido como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).
Pero Trump justifica sus decisiones a través de una supuesta batalla contra el partido comunista chino y en contra del antisemitismo (mientras Netanyahu ordena públicamente el desalojo de la Franja de Gaza).
Es necesario releer a Hannah Arendt, de lo contrario, uno pensará que lo que ocurre es un divertido reality show.