La mayoría de los hogares estadounidenses dicen que sus finanzas están bien

Los hogares estadounidenses reportaron pocos cambios en su bienestar económico el año pasado, con el costo de vida como una de las principales preocupaciones, pero casi tres cuartas partes de los adultos dijeron estar “bien o viviendo cómodamente”, informó ayer la Reserva Federal (Fed) en una encuesta anual sobre las actitudes de la gente sobre la economía.

La encuesta, realizada en octubre entre 12,295 personas, reflejó el estado de ánimo económico en las últimas semanas de la campaña presidencial que llevó al republicano, Donald Trump, de regreso a la Casa Blanca.

La encuesta encontró que al menos 73% de los encuestados se encontraban bien económicamente, en comparación con 72% del 2023, y por debajo del máximo reciente de 78% en el 2021, cuando los programas federales de apoyo a los ingresos por la pandemia funcionaban a toda máquina.

Sin embargo, ese hallazgo general ocultó importantes divisiones entre los distintos grupos demográficos. Entre quienes tenían un título universitario, 87% afirmó tener un rendimiento aceptable, sin cambios respecto al año anterior, pero sólo 47% de quienes no tenían un diploma de secundaria opinaron lo mismo.

Sin embargo, en contraste con las opiniones sobre sus circunstancias personales, 29% consideró que la economía en su conjunto era “buena” o “excelente”, una cifra superior a 22% del 2023, pero muy por debajo de 50% que tenía esa opinión en el 2019, antes de la pandemia.

Aunque la inflación se había moderado a fines del año pasado, los precios siguen siendo una preocupación importante: 60% de los adultos afirmaba que el aumento de los precios de un año a otro había empeorado sus finanzas y 79% había cambiado sus hábitos de compra y gasto como resultado.

En el 2023, 65% de los encuestados sentía que la inflación estaba empeorando su vida financiera.

Una pregunta clave, seguida de cerca, sobre el efectivo disponible para gastos de emergencia no mostró cambios: 63% de los adultos dijo que cubriría un gasto inesperado de 400 dólares “usando efectivo o su equivalente”, lo mismo que en los últimos dos años, pero por debajo de 68% en el 2021.