La marca de zapatos que empezó con 6,000 pesos y recibió inversión de Shark Tank

Con sólo 6,000 pesos y la ilusión de crear una marca de diseño, Alejandra Gámez y Angélica Ruiz crearon MITU hace 15 años. Resiliencia, innovación, diseño y apostar por el producto mexicano han sido claves para que la empresa crezca. 

La compañía ha pasado por diferentes momentos, desde iniciar en el e-commerce cuando era un modelo que generaba desconfianza, hasta pasar una pandemia y competir con los precios desleales del mercado asiático.

El negocio surgió en una pequeña fábrica de 45 metros cuadrados en León, Guanajuato y gracias a la gran demanda creció a 500 metros. Su modelo de venta en línea los ayudó a sortear la pandemia de Covid-19.

Cuando inició la pandemia ya teníamos años vendiendo en línea, eso nos permitió permanecer y crecer el 100 por ciento. Fue gracias a la tienda en línea que logramos surtir a toda la República Mexicana”, destaca Alejandra Gámez.

Productos asiáticos, el talón de Aquiles de los artículos mexicanos

En los últimos años la industria del calzado ha tenido un fuerte impacto en el número de ventas, principalmente por competencia desleal y productos asiáticos. De acuerdo con la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), en la que se han cerrado más de 150 fábricas, entre ellas las de Flexi y Calzado Andrea.  

“Ha sido difícil para la industria, la materia prima elevó bastantes los costos, y a nivel fábrica, pudimos mantenernos gracias al tema digital. Ha sido un área de oportunidad para las pymes, como la nuestra”, puntualiza Alejandra Gámez.

La emprendedora hace hincapié en que MITU ha logrado mantenerse frente a la competencia desleal de los productos chinos gracias a la calidad y diseño de los productos, debido a que el calzado dura años y tiene precios justos.

“También ha sido importante el modelo de producción, no apostar por la cantidad, sino la calidad y eso nos ha permitido esta permanencia en el mercado, y sobre todo que la gente voltee la marca. La promesa de valor de producto es lo suficientemente fuerte para poder competir contra estos grandes de la industria del fast fashion”

Alejandra Gámez puntualiza que el programa Hecho en México es una forma de reconocer los productos nacionales e impulsar su comercialización, pues cada vez los consumidores apuestan más por productos locales.

“Los consumidores están más cercanos a comprar diseño mexicano. Cada vez hay más conciencia, a pesar de que entró el mercado chino”.

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Inversión de Shark Tank

La empresa mexicana recibió en 2016 una inversión de 1.6 millones de pesos por parte de Carlos Bremer y Rodrigo Herrera, luego de participar en la primera edición de Shark Tank México. 

La inversión impulsó el crecimiento de MITU, pues se logró comprar materia prima y maquinaria para poder surtir los pedidos. También les ayudó en publicidad, porque al tener el respaldo de dos empresarios reconocidos les dio mayor presencia.

Nos preguntaron si no era más fácil el crédito bancario, en ese entonces. Nos acercamos a créditos bancarios y nos pedían hipotecar una casa o tener un bien, éramos tres emprendedores que no teníamos esos recursos para recibir un crédito del banco”.

Ahora el negocio ya cuenta con crédito bancario, pero se logró cuando el negocio ya había crecido. Alejandra Gámez señala que a la fecha el crédito bancario se ha flexibilizado, aunque continúa pareciendo que los bancos se acercan al negocio cuando el financiamiento no se necesita.

“Los bancos han sido entidades que se acercan en el momento en que mejor te está yendo, y dices: ‘Aprovecho la oportunidad y me expando’”.

Omnicanalidad y franquicias

A la empresa se sumó Ricardo Gámez y actualmente la marca de calzado vende 3,500 pares mensuales y cuenta con una estrategia omnicanal. La tienda en línea que vende los productos a nivel nacional, Estados Unidos y España, también cuenta con tres locales, uno en la colonia Roma, en la Ciudad de México que tiene un modelo de hospitalidad, porque cuenta con cafetería. 

La otra sucursal también está en la Ciudad de México, pero en Coyoacán y la tercera en León, en la fábrica, donde se puede ver cómo se hacen los zapatos.

“Tenemos pensado este año, a través de nuestra tienda en línea, abrir frontera a más países. Estamos muy interesados en Latinoamérica, ya contamos con un punto de venta en Panamá”.

También se está iniciando un modelo de franquicias, y se espera este año abrir la primera, que será de un cliente que se convertirá en franquiciatario.