La libertad de prensa en peligro

La libertad de prensa es fundamental para la preservación de la vida democrática. Permite controlar a los gobiernos, exigir que cumplan con la ley y respeten los derechos humanos. Sin libertad de prensa, los medios no pueden cumplir con su papel de contrapeso a los poderes político y económico, no hay acceso a la información necesaria para entender el mundo y poder actuar ante los problemas que nos afectan. El actual auge del autoritarismo representa un grave peligro para la prensa y para las libertades ciudadanas.
Así lo manifiesta el informe sobre la Libertad de prensa en el mundo 2025 recién publicado por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) en el marco del Día internacional de la libertad de prensa, el 3 de mayo. Por primera vez en la historia, señala RSF, en la mitad del mundo el periodismo enfrenta una situación “difícil” y, en un número creciente de países, se ejerce en condiciones “peligrosas”. El índice, que evalúa la libertad de prensa en 180 países en 2024, considera cinco factores: económico (limitaciones económicas por presiones gubernamentales, de anunciantes o de los propios medios), político (apoyo a la autonomía de los medios), legislativo (censura, protección de fuentes, impunidad en casos de violencia contra periodistas), socioculturales (impacto de factores como el género, la religión, la etnia en el ejercicio del periodismo) y de seguridad (grado de violencia contra periodistas).
Uno de los factores contrarios al libre desarrollo de la prensa hoy es el económico. La concentración de medios en pocas manos, la inexistencia, reducción o manipulación de apoyos oficiales, la desaparición de medios locales y la proliferación de medios digitales, muchos de los cuales difunden noticias sesgadas o falsas, ha reducido la autonomía del periodismo, que necesita estabilidad y libertad para cumplir con el derecho a informar. En Estados Unidos, considera RSF, se está dando “una debacle” por el cierre de medios, locales sobre todo, y la concentración económica que incide en la censura. En México, el informe “Voces en resistencia” de CIMAC (2025) corrobora que la precariedad de las periodistas afecta su trabajo.
Las condiciones políticas y el marco legal también afectan la capacidad periodística para informar, sobre todo cuando se trata de información crítica o contraria a los intereses del gobierno o, en países como México, donde el crimen organizado ataca a quienes denuncian sus actividades y violaciones de derechos humanos. En este sentido, llama la atención que la presidenta considere que vivimos en “el país más democrático del mundo” cuando se está considerando una ley de telecomunicaciones que permitiría la censura descarada. También son preocupantes las recientes declaraciones de la Fiscal General de EE.UU, quien ha desmantelado protecciones legales a periodistas y está considerando sancionar o incluso detener a quienes filtren información clasificada o no, lo que amenaza a periodistas de investigación y sus fuentes.
La impunidad de la violencia, las agresiones directas o indirectas contra periodistas que cubren conflictos o temas complejos, los conflictos bélicos, sobre todo cuando se ataca a quienes los cubren, y la creciente censura afectan a todos los periodistas pero son particularmente dañinos para las mujeres, como también documenta CIMAC para México. La situación más grave hoy se da en Palestina, donde han sido asesinados más de 180 periodistas y hay tal censura por parte del gobierno israelí que integrantes de la Asociación Internacional de Prensa han solicitado a la Suprema Corte de Israel que intervenga para permitir el ingreso de periodistas internacionales para cubrir libremente la situación en Gaza (Haaretz).
En este contexto de concentración de medios, censura gubernamental y violencia, no es de extrañar que Argentina haya caído 47 lugares en dos años, México siga siendo “el país más peligroso” para el periodismo en las Américas y Nicaragua ocupe el último lugar en la región. Apoyar a la prensa independiente hoy es defender nuestras libertades y nuestro derecho a la información.