La importancia del tamaño: vivienda más compacta, pero con mejor ubicación

El aumento en el precio de la vivienda en México no sólo ha transformado el presupuesto de las familias, también el tamaño de sus hogares, ya que los departamentos pequeños se han convertido en protagonistas de las principales zonas metropolitanas del país.
De acuerdo con un análisis del portal inmobiliario Propiedades.com, en los últimos cinco años, el inventario de viviendas compactas ha crecido de forma sostenida en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, mientras que las propiedades medianas —de 60 a 100 metros cuadrados (m2)— pierden participación en el mercado.
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Juan David Vargas, general manager de la firma, explicó que, en contraste, en la capital, la oferta de departamentos de entre 30 y 60 m2 pasó de 11% en el 2020 a más de 14% en el 2025.
“Puede parecer un avance modesto, pero lo relevante es la velocidad. Este segmento ganó tres puntos porcentuales en solo cinco años, mientras que las viviendas medianas perdieron cuatro puntos en el mismo periodo”, explicó.
Polémica sobre el espacio habitable
Este fenómeno ha generado debate en torno a la calidad de vida. Olivia Garza de los Santos, presidenta de la Comisión de Planeación del Desarrollo del Congreso capitalino, ha propuesto una reforma a la Ley de Vivienda local para establecer que las viviendas públicas construidas en la Ciudad de México tengan como mínimo 62 m2.
“No basta con construir más departamentos; es necesario garantizar que las familias tengan un espacio suficiente para vivir con calidad. Tenemos que hacer de la vivienda pública un verdadero hogar y no un espacio de sobrevivencia”, sostuvo la legisladora.
Garza aseveró que, en los últimos años, la mercantilización de la vivienda ha impulsado proyectos con unidades de apenas 36 m2, una tendencia que, a su juicio, debe corregirse para proteger a los habitantes.
Menor tamaño, mayor rotación
La razón detrás del auge de los departamentos compactos está ligada al encarecimiento del suelo y los costos de construcción, lo que ha vuelto menos accesibles a las viviendas grandes, según Vargas.
En Propiedades.com, por ejemplo, los espacios más pequeños se venden en un lapso promedio de 90 días, mientras que las unidades de 60 m2 o más tardan alrededor de 180 días.
“Esto ocurre porque, salvo en los casos de lujo o ubicaciones muy exclusivas, el precio por metro cuadrado es bastante similar, pero al reducirse la superficie total se vuelven más alcanzables para los compradores”, explicó Vargas.
Efecto generalizado
La tendencia de la reducción de tamaño no es única de la Ciudad de México: en Guadalajara, Jalisco el cambio es más acelerado. Las unidades de 30 a 60 m2 pasaron de 6.6% en el 2020 a 15% en el 2025, mientras que las propiedades grandes (de más de 100 m2) retrocedieron de 68 a 54 por ciento.
“Los costos del suelo han incrementado mucho en áreas centrales o bien conectadas, lo que ha motivado el desarrollo de vivienda vertical y de menor tamaño. Además, el perfil demográfico también ha cambiado hacia más personas solteras o parejas sin hijos que no requieren grandes espacios”, remarcó Vargas.
Por su parte, Monterrey sigue dominada por casas amplias, que representan 68% de la oferta en 2025. Sin embargo, las propiedades de menos de 80 m2 pasaron de 12 a 20% en los últimos cinco años, lo que demuestra que, incluso en la ciudad de las viviendas grandes, hay un tránsito hacia lo compacto.