La habilidad directiva de repetir ideas y mensajes
Recientemente escuchamos un debate sobre una de las habilidades menos valoradas a nivel dirección de empresa: el talento y habilidad de decir lo mismo una y otra vez sin generar aburrimiento o falta de atención en la audiencia.
Si bien el debate inició resaltando algunas de las habilidades “clásicas” como la inteligencia para decidir rápidamente y la inagotable energía al lidiar con innumerables reuniones y viajes, hubo un momento en que se coincidió en lo poderoso que son los mensajes que algunos directores entregan, ya que logran quedarse en la mente de quienes los escuchan y, en algunos casos, logran ser muy persuasivos.
Parece una tarea sencilla, pero en realidad requiere perfeccionamiento. Quien dirige una empresa se enfrenta a la necesidad de explicar los elementos centrales de su estrategia o modelo de negocio a inversionistas, proveedores, clientes y socios comerciales, entre otros. Atiende medios de comunicación cuando la empresa pasa por un buen o mal momento. Refuerza la cultura de la empresa con colaboradores en diversos foros y muchas veces participa en sesiones de inducción compartiendo la historia de la empresa.
Todas estas actividades tienen una característica en común, quien dirige repite muchas veces los mismos mensajes con el alto riesgo de comenzar a hacerlo en modo automático, simplemente oprimiendo el botón play al tener un micrófono o estar frente a un grupo de personas relacionadas con la empresa.
¿Existe una fórmula para comunicar efectivamente este tipo de mensajes? Al menos académicamente no logramos encontrarla, sin embargo, el resultado de esta búsqueda nos permitió conocer algunos ejemplos que resaltan la importancia de la simplicidad.
El director general de una empresa de tecnología se aventuró en la tarea de generar una nueva misión, para lo cual formó un equipo de trabajo. Cuando la misión estuvo lista, se dedicó a decirla al inicio de todas sus presentaciones, luego de tres meses aproximadamente, se percató que sus reportes directos también lo hacían. Logró eco para esparcir orgánicamente el mensaje y llegar a todos los niveles de responsabilidad de manera personal y no sólo vía publicaciones en la página web.
Y fuera del mundo de empresa existen ejemplos muy claros sobre la efectividad de la repetición de ideas, la educación es una de ellas, especialmente en la infancia. Las campañas políticas son claro ejemplo de la preparación a la que se somete a candidatos para que enfoquen todo su esfuerzo en comunicar tres o cuatro ideas centrales que les permitan ser identificados y recordados fácilmente por la ciudadanía.
Finalmente, la música es una expresión con siglos de historia y una investigación de la Universidad del sur de California concluye que las canciones con mayor repetición en sus letras tienen mayor probabilidad de ubicarse en el top 40 en los Estados Unidos. Aunque efectiva, esta repetición también tiende a llevarse al exceso como lo demostraron investigadores de la escuela de música de la Universidad de Nuremberg, quienes concluyeron que durante los últimos 50 años las letras de canciones se han vuelto más simples y repetitivas, sacrificando calidad en las ideas que comunican.
Así que la repetición de ideas es una práctica que puede jugar a favor o en contra a nivel dirección de empresa, sin embargo, quienes dirigen deben evitar limitarse en cuanto a comunicación se refiere ya que al ser evaluados es poco común que sus colaboradores consideren que comunican de más. Es preferible que los colaboradores perciban que son informados en repetidas ocasiones de forma directa y personal por quien lidera su equipo o unidad de negocio. En este caso aplica la máxima del management: mejor que sobre y no que falte.
*Los autores son profesores del área de Dirección de Personal de IPADE Business School (@IPADE)