La estimulación cerebral profunda, una opción para Parkinson

La estimulación cerebral profunda, una opción para Parkinson

La doctora Mayela Rodríguez es médica adscrita a la Clínica de Enfermedad de Parkinson y Trastornos de Movimiento del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN),

La enfermedad de Parkinson tiene muchos años de haber sido descrita, fue desde 1817 y a partir de ello se ha hecho mucha investigación y avances, aunque ciertamente todavía queda un gran camino. Hasta ahora se sabe que es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, ligeramente más prevalente en los hombres y en personas arriba de 60 años, las proyecciones marcan también que en mayores de 80 años habrá un crecimiento del 196% de casos. Para 2050 se esperan 25.2 millones de personas con la enfermedad en el mundo, esto debido a la mejoría en el diagnóstico, aumento del envejecimiento, crecimiento poblacional y hasta condiciones sociodemográficas.

En México en 2016 había aproximadamente 69 mil personas viviendo con la enfermedad, con este registro, y pensando que del 1 al 2% de toda la población mayor de 60 años tendrá la enfermedad, se calcula que tendremos de 700 mil a un millón 400 mil casos. En los años 90 el país ocupaba el lugar 20 en número de casos, para 2050 se proyecta que México estará en el noveno lugar.

Con este panorama, los costos de esta enfermedad lo vuelven un problema de salud pública, por año se considera que se gastan 35 mil dólares en un paciente en Estados Unidos, que tiene que ver con costos de medicamentos, de hospitalización, de no trabajar y por el costo de las cuidadoras, en su mayoría. Esta enfermedad aún no tiene una cura, por eso explorar las opciones de tratamiento oportuno y mejoría se vuelve fundamental. En el radar de los mexicanos hoy se tiene una opción viable, que es la Estimulación Cerebral Profunda.

Calidad de vida, un factor fundamental

El señor Carlos Medrano, es paciente con Parkinson, el platica que es una persona que siempre estuvo trabajando activamente, muy alegre, hasta que en el año de 2017 le diagnosticaron Parkinson, mismo padecimiento por el que su padre falleció, sin embargo no se puede asegurar que su problema fue de herencia, pues comparte que al trabajar como ingeniero en sistemas en un banco, generaba una gran presión que pudo influir para su enfermedad.

Él explica que aunque fue diagnosticado en 2017, el ya comenzaba a sentir cambios desde 2013, lo que nos habla del diagnóstico tardío que sufren miles de pacientes en el país, las primeras alertas fue que al hacer ejercicio, los brazos no iban en la misma sincronía y ritmo que su cuerpo, se sentía “raro”, y sus primeros tratamientos se dirigieron a temas de estrés, ese fue el diagnóstico por mucho tiempo, pero después de muchas recomendaciones, terapias alternativas y tratamientos paliativos, el Parkinson se presentó con más fuerza.

“Para mí fue algo muy nuevo, y aunque mucha gente no conoce la enfermedad, pues solo se asocia al movimiento involuntario, esta enfermedad implica toda una discapacidad. El diagnóstico fue el inicio de un camino difícil, que empieza por la negación y finalmente resignación, ahora se trata de entender mi enfermedad y asumirla, no dejar todo en manos de los doctores”.

Carlos Medrano, paciente con Parkinson. Foto: Especial<!–>Enlace imagen

Carlos Medrano, paciente con Parkinson. Foto: Especial

(INSERT FOTO 2 Carlos Medrano, paciente con Parkinson. ESPECIAL)

Don Carlos se acercó a la Asociación Mexicana de Parkinson para recibir una guía y un grupo médico, empezando por un neurólogo, su tratamiento también pasó por opciones novedosas como parches para tratar de controlar el movimiento involuntario, pero tenía efectos secundarios que lo incomodaban, finalmente ahora se encuentra utilizando Estimulación Cerebral Profunda desde 2020, un tratamiento en el que se implantan electrodos en regiones cerebrales y se conectan a un marcapasos subcutáneo implantado en le pecho con el que se modulan los patrones eléctricos. Esta es una opción de tratamiento de rutina que mejora la función en varios trastornos del movimiento cuando el tratamiento médico no es suficiente.

Esto ha traído algo muy importante para don Carlos, calidad de vida, pero asegura que no solo para él sino para toda su familia, desde poder volver a oler los árboles y la tranquilidad de que hoy puede salir a la calle solo sin caer, realizar sus actividades por sí solo, incluso hasta ha llegado a manejar en lugares tranquilos, algo que don Carlos disfrutaba mucho. “Cuando estaba enfermo y mis hijas me veían temblando y disgustado con la vida, yo les explicaba que las adversidades son las oportunidades que nos da la vida para convertir una desgracia en una proeza, y lo que vale la pena es disfrutar la vida, por eso sigo luchando contra la enfermedad y tomando las oportunidades para estar mejor, por eso hablo de lo que me pasó y cómo lo abordo”.

Una enfermedad multisistémica

La doctora Rodríguez, complementa que ésta es una enfermedad que ya no solo se describe como neurológica, “se sabe que es multisistémica y que genera mucha discapacidad si la dejamos crecer, por ello el abordaje también se ha ido modificando”.

Esta enfermedad nos da esencialmente dolor, rigidez, lentitud, temblores, cambios en los movimientos, todo ello entonces se aborda con una combinación de tratamientos. Una de las características más claras es que afecta el movimiento, esto sucede porque las células que se encuentran en el sistema nervioso (cerebro y nervios), ven afectada su producción de dopamina, con ello viene la muerte de las neuronas dopaminérgicas, lo que afecta al movimiento. Los síntomas motores son temblor, rigidez, lentitud, alteración de la marcha, pero también hay síntomas no motores como alteraciones mentales, de sueño, depresión, estreñimiento, dolor, molestias urinarias, falta de expresión facial, mareos, entre otras. Todo esto nos puede dar una idea para acudir al neurólogo y poder descartar la enfermedad.

Hoy los tratamientos pueden ser tomados, como la levodopa, uno de los tratamientos base, pues pertenece a una clase de medicamentos llamados agentes del sistema nervioso central. Su acción consiste en convertirse en dopamina en el cerebro. Pero también tenemos los quirúrgicos, como la Estimulación Cerebral Profunda, que parecería nuevo, pero no, porque tiene más de 30 años de ser estudiado, lo que sí es novedoso es lo que cada vez más los aparatos pueden hacer e incidir. Este tratamiento funcional no es ni para el inicio de la enfermedad, ni la final, es en un periodo muy clave de la enfermedad y luego de varios estudios, por lo que se recomienda que los pacientes con Parkinson se documenten respecto a las opciones que existen, incluyendo este implante que se ha convertido en una buena opción para la atención a estos pacientes, ya que sabemos que hasta ahora, no existe una cura.

En México esta opción es parte de los sistemas públicos de salud, se realizan en hospitales como el INNN, Siglo XXI, 20 de Noviembre, hospitales de Sedena, Marina, entre otros, ahí se realizan las cirugías sin costo para los pacientes con gratuidad y seleccionados, al año se realizan alrededor de 40 procedimientos y se espera que este número incremente.

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