La economía regional

Estamos afectados por factores externos que nos determinan económicamente. También hay factores internos que limitan el crecimiento económico. El bajo nivel de crecimiento significa mayor desempleo y tensiones sociales. Una salida parcial en situaciones similares era la migración, pero ahora está amenazada por las políticas de Trump.

Pero si el escenario económico es difícil, peor está la economía regional. El Inegi ofreció información que revela que el impacto de la situación económica nacional ya se refleja en las entidades del país. Hay un deterioro en 19 de ellas, particularmente en la actividad industrial. Sobresalen los peores resultados de Quintana Roo, Chiapas, Coahuila, Tabasco y Guerrero. El consumo está deprimido, los precios al alza, las obras importantes que ofrecían empleo ya se terminaron o están suspendidas. Las empresas tienen dificultades de acceso al crédito bancario.

Por contra, frente al atraso, hay entidades como Puebla y San Luis Potosí que muestran crecimientos tanto en la inversión como en el crecimiento económico debido al desarrollo de la industria automotriz que se ha asentado desde hace muchos años en ambas entidades.

En muchos estados existe la esperanza de que llegarán inversiones bajo el paraguas de la relocalización industrial que se está dando en el mundo. Ya hay algunos resultados positivos de nuevas inversiones como se advierte en los flujos de Inversión Extranjera Directa que crecieron en el primer trimestre de este año.

Los estados más atrasados han estado dependiendo básicamente de las transferencias de recursos que la federación les envía y tienen como destino el gasto público estatal. Dedican pocos recursos a la promoción económica. Por ello muchas inversiones en el sector agropecuario y en maquiladoras se han retirado. Faltan apoyos en infraestructura y agua.

Otra dependencia de recursos proviene de las remesas que envían los trabajadores que emigraron. Recursos que son muy importantes para la economía familiar, particularmente en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Zacatecas y Oaxaca. Resulta paradójico que el estado de Chiapas, que se caracteriza por tener una gran variedad de climas, riqueza hidráulica y suelos de calidad, dependa de las remesas. Representan 15% del Producto Interno Bruto estatal.

Ahora las remesas están amenazadas principalmente por la desaceleración económica de Estados Unidos que afecta al mercado laboral y a las actividades en donde se colocan los inmigrantes. También por las deportaciones, el impuesto a las remesas y el costo de envío. Trump ha dicho: “Si se les impide a los inmigrantes por ley enviar el dinero, se seca ese pozo de ingresos clave para la economía mexicana”.

Está faltando, a nivel estatal, la organización del desarrollo de sus potencialidades. Por parte de los gobiernos estatales ofrecer los servicios de salud, educación, seguridad social, agua e infraestructura.

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