La doctrina del dólar débil, ¿es el superpeso un arancel?
El peso mexicano se ha apreciado 13.6% frente al dólar en 2025. La divisa mexicana cerró el 2024 con un valor de 20.87 por dólar. El jueves 11 de diciembre, estaba en 18.03 pesos por dólar. Esta apreciación es una de las sorpresas más grandes del 2025. Comparable, quizá, con el incremento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Entre enero y septiembre aumentaron 5.5% y llegaron a 399,473 millones de dólares. En el mismo periodo, México registra un superávit frente a Estados Unidos de 145,866 millones de dólares, 16.2% mayor que en 2024.
¿Son los exportadores la selección mexicana que sí mete goles? Vale la metáfora en vísperas de la Copa Mundial de Futbol. En un año retador, respondieron rompiendo récords. Son ventas de 44,333 millones de dólares mensuales en promedio, a pesar del proteccionismo de la administración que encabeza Donald Trump y de la apreciación del peso en un contexto de debilidad global del dólar.
Espectacular. El comportamiento de los exportadores mexicanos ha sido espectacular. Trabajar con una apreciación del peso superior a 13% equivale a tener un arancel que encarece tus productos en esa proporción. Es como jugar con un jugador menos desde el minuto 15 del primer tiempo. Para los exportadores, la apreciación del tipo de cambio no es una buena noticia, sino una carga que llevar, pero supieron maniobrar en un contexto en el que además hubo cambios de reglas del juego y aranceles para algunos productos, como acero, aluminio, azúcar y tomate.
¿Qué sigue? El peso cerraría a 18.58 en 2025 y llegaría a 19.06 en 2026, según el promedio de proyecciones de los expertos encuestados por Citi y publicada el 5 de diciembre. No hay garantías de que sea así. Por lo pronto, estamos en 18.03 y para el 2026 vienen cambios en la Reserva Federal, entre ellos la salida del presidente Jerome Powell.
Donald Trump quiere que la Fed le entregue tasas de interés mucho más bajas, a pesar de las presiones inflacionarias. Lo más probable es que el próximo año lo consiga. Esto podría generar condiciones para una mayor depreciación del dólar, respecto a otras monedas del mundo.
La debilidad de la divisa estadounidense es una de las noticias del 2025. Para explicarla, tenemos un río de argumentos que apuntan a la reacción de los inversionistas frente a las decisiones y declaraciones de Donald Trump: sus insultos a Jay Powell y su afán por debilitar la posición del jefe de la Fed; el déficit fiscal estadounidense y la aparente falta de entendimiento en la Casa Blanca del impacto inflacionario de algunas de sus medidas, entre ellas los aranceles y otras medidas proteccionistas.
Menos atención se le ha dado a la doctrina del dólar débil. Esta afirma que, en realidad, el dólar estaba muy fuerte en el momento del regreso de Donald Trump a la Presidencia. Esta fortaleza relativa le quitaba competitividad a las empresas de Estados Unidos, en el mercado estadounidense y en los mercados mundiales.
Stephen Miran es el principal ideólogo en favor del dólar débil. Ha sido presidente del Consejo de Asesores Económicos de Donald Trump y ahora es uno de los gobernadores de la Reserva Federal. Él aboga por mayores recortes en las tasas de interés y está a favor de reducir el margen de independencia de la Fed. Para debilitar al dólar, además de los movimientos de las tasas, propone la venta de una parte de las reservas de oro e inversiones en otras monedas.
Tener un dólar más barato es una forma de competir con China, una manera de trasladar al terreno monetario la batalla por la hegemonía económica mundial. Miran y otros economistas cercanos a Trump llaman la atención sobre la depreciación del Yuan desde 2015 y el papel que esto ha jugado en el avance de los productos y servicios de China en diversos mercados.
En mayo termina el periodo de Powell al frente de la Fed y hay muchas probabilidades de que el próximo jefe sea Kevin Hassett, un economista que está en sintonía con los conceptos de Stephen Miran. Tendremos una Reserva Federal empujando por tasas más bajas y por un dólar más débil. La tasa de referencia de la Fed está en 3.5-3.75 y Trump la quiere en 2%, a pesar de que la inflación está en 3 por ciento.
¿Qué pasará con el peso mexicano? Stephen Miran y su doctrina del dólar débil traerán presiones para mantener el tipo de cambio en niveles cercanos al actual. Por otra parte, tenemos un año que pinta complicado para la economía y las finanzas públicas mexicanas. El valor del peso dependerá también de factores como la renegociación del T-MEC, la situación de Pemex, las decisiones del Banco de México y el manejo del déficit presupuestal de parte de Hacienda. Hagan sus apuestas, ¿abajo de 18 o arriba de 20 por dólar?
