La diversificación, un blindaje para proteger las inversiones
Cuando una inversión se concentra en un solo activo, el riesgo de pérdida total ante un evento adverso es considerable. La diversificación se presenta como una estrategia fundamental para mitigar este riesgo y se logra mediante la asignación del capital a diferentes activos o instrumentos financieros.
Es recomendable buscar un equilibrio entre inversiones de bajo y alto riesgo, en función de los objetivos individuales. Esta aproximación permite que, en periodos de volatilidad, las inversiones de menor riesgo actúen como un amortiguador, protegiendo el capital de fluctuaciones directas.
Existen diversas opciones para diversificar el riesgo:
● Tipo de activo: combinando renta variable (acciones, donde se adquiere una participación en una empresa) con deuda (bonos, donde se actúa como prestamista de instituciones que buscan financiamiento).
● Geografía: incluyendo activos de diferentes países, lo que permite aprovechar las oportunidades que puedan surgir en distintas economías a lo largo del tiempo.
● Sector o Industria: aunque el sector tecnológico capta gran atención, es crucial considerar otros sectores como energía, salud y consumo para una distribución más equilibrada.
Uno de los beneficios clave de la diversificación es la reducción del riesgo de pérdidas significativas. Por ejemplo, si se invierte en una sola acción y esta empresa experimenta malos resultados o afectaciones en su sector, el valor de la inversión puede disminuir drásticamente. Sin embargo, al diversificar en varias acciones de diferentes sectores y países, la caída de un activo puede ser compensada por el ascenso de otro. Esto no solo ayuda a mitigar las pérdidas, sino que también permite tomar decisiones más informadas y menos impulsivas.
Otra forma de gestionar la diversificación es a través de vehículos de inversión como los Exchange Traded Funds (ETFs) y los fondos de inversión. Estos productos ofrecen un alto nivel de diversificación al replicar índices y adquirir una variedad de acciones o bonos, además de ser gestionados por profesionales. Su función es crear una diversificación adecuada y buscar los mejores resultados posibles para los inversionistas.
Es importante recordar que un portafolio diversificado no garantiza que todas las inversiones generen ganancias, sino que las inversiones exitosas compensen y superen cualquier posible pérdida.
*Associate Product & Market Intelligence BBVA Asset Management
