La digitalización del empleo: entre la inmediatez tecnológica y el valor humano

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En México, el empleo se volvió digital: ocho de cada 10 personas que buscan trabajo lo hacen hoy desde una aplicación móvil. No es un dato menor, representa un cambio estructural en la forma en que se encuentran el talento y las empresas; detrás de esa cifra veo una transformación cultural y tecnológica que está redefiniendo cómo se construyen las carreras, cómo se contrata y, sobre todo, cómo se generan oportunidades en un mercado cada vez más ágil.

Lo que antes era una búsqueda en los clasificados o una carpeta de CVs, hoy ocurre en segundos desde un dispositivo móvil o app. Según el estudio “Búsqueda de empleo y talento Online 2025” , de OCC, la digitalización ya no es una tendencia, sino una realidad consolidada, donde el 79% de los candidatos utiliza apps móviles para encontrar trabajo y el 86% de los reclutadores recurre a bolsas de empleo digitales como principal medio de atracción de talento. Como líder, me resulta fascinante ver cómo la tecnología ha transformado no solo la manera en que se conecta a las personas con oportunidades, sino también la velocidad con la que se redefinen las expectativas de ambos lados del mercado. Esta convergencia tecnológica responde a un entorno laboral que exige inmediatez, pero también precisión, porque el reto hoy no es publicar vacantes o postularse, sino hacerlo en el lugar correcto, con la información adecuada y con la velocidad que el mercado demanda. Las empresas compiten por atraer talento escaso y los candidatos compiten por destacar en un ecosistema saturado de información. En ambos casos, la tecnología es aliada, siempre que esté acompañada de una estrategia humana sólida. La Inteligencia Artificial (IA) está irrumpiendo con fuerza en los procesos de reclutamiento. El estudio muestra que casi la mitad de los reclutadores la usan como soporte para la redacción de vacantes, filtrar perfiles o analizar currículums. Del lado de los candidatos, uno de cada cuatro ha recurrido a esta herramienta para mejorar su CV o identificar vacantes compatibles. Sin embargo, tanto empleadores como buscadores coinciden en algo: la IA no sustituye el criterio humano, solo lo potencia. Desde mi perspectiva, la clave está en entender que la IA no viene a reemplazar al talento humano, sino a potenciarlo. La tecnología puede ayudar a tomar decisiones más precisas y libre de sesgos, pero la sensibilidad, el criterio y la intuición seguirán marcando la diferencia, porque en mi experiencia, los procesos más exitosos son aquellos donde la automatización y el toque humano conviven. Es ahí donde realmente surge la innovación en la gestión del talento. El estudio revela otro cambio relevante: la forma en que nos comunicamos. La mensajería instantánea se ha convertido en el nuevo canal de confianza y agilidad, reduciendo los tiempos de respuesta entre empresas y talento; este nivel de interacción inmediata ha transformado la experiencia del usuario, y en el mundo laboral, esa experiencia también define la reputación y el atractivo de una empresa. Este cambio representa algo más que una tendencia tecnológica: es un recordatorio de que el talento busca cercanía y respuesta humana, incluso en entornos digitales. Las compañías que logren comunicarse con empatía y transparencia —a través del canal que el talento elija— serán las que construyan relaciones más sólidas y duraderas.

También observo una madurez creciente en las expectativas del talento. Los candidatos priorizan las oportunidades de desarrollo profesional por encima incluso del salario, lo que me habla de una generación que busca un proyecto de vida. Me parece un cambio positivo y necesario: las empresas debemos estar dispuestas a ofrecer trayectorias de crecimiento, aprendizaje y propósito, porque cuando una organización entiende que retener talento implica invertir en su desarrollo, deja de ver el empleo como una transacción y lo convierte en una relación de largo plazo. En definitiva, la digitalización del empleo en México avanza con paso firme, pero no exento de desafíos. Todavía existe una brecha de familiaridad tecnológica, tanto en candidatos como en empresas, y una necesidad urgente de capacitación digital. El verdadero avance estará en crear un ecosistema donde las plataformas digitales conecten de forma más inteligente, inclusiva y transparente a personas con oportunidades reales, por ello las empresas que aprendan a combinar el mundo tecnológico con el humano serán las que marquen la diferencia. ____ Nota del editor: Joseph Zumaeta es Country Manager de Redarbor México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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