La demanda por commodities agrícolas no crece, solo alterna orígenes
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre es un placer saludarte.
La política pública norteamericana finalmente tiene un libreto, una ruta crítica y un objetivo. El proyecto de ley “Big Beautiful Bill” (BBB) pasa las instancias legislativas y se hace ley.
Con ello nos queda claro que Estados Unidos tiene un problema de gasto que pretende diluir, de eso no hay duda; lo que no sabemos es la manera como se va a diluir ese gasto. Ojalá sea con eficiencia, y crecimiento económico, ojalá no sea con mas emisión. Sea la forma que sea o la combinación de ellas, en teoría vamos a estar operando encabezados noticiosos que aun siguen siendo de mucho espectáculo.
Seguramente seguiremos deshojando la margarita con el juego de aranceles, un día se ponen, otro día se quitan. Para cuando llegue agosto en teoría deberíamos tener para bien o mal el cálculo que imperará al menos al término de la administración en turno.
Todo este espacio de confusión se da en un entorno económico bastante pujante. De momento, las grandes empresas aún están por reportar resultados trimestrales; sin embargo, las vistas a la fecha van bien, y las preguntas lógicas son ¿y la inflación arancelaria?, ¿y la crecida de precios y desabasto?, ¿y el detenimiento económico o recesivo?
Bueno, pues de momento no aparecen aun, y esto lógicamente empieza a exasperar al ejecutivo norteamericano que exige una baja en las tasas de interés de referencia por parte de la Reserva Federal.
El banco central estadounidense sigue haciendo su cálculo numérico y sigue manteniendo tasas altas si se comparan con economías pares que han entrado en el camino de reducción de tasas hace tiempo.
La realidad es que el ritmo económico se mantiene aun con tasas altas y es destacable, o el letargo de un efecto que en algún momento tendrá un impacto súbito.
El mundo sigue tratando de acomodar su relación comercial con Estados Unidos, de ello depende que la creación de riqueza en el planeta alcance para que el consumo se incremente, y de momento no vemos mucho efecto positivo.
Para muchos analistas estamos aun en la fase de consumo de inventarios adelantados, y esa es la razón por la cual los precios no se mueven al consumidor; sin embargo, los tiempos de reemplazo ya están encima y no estamos viendo evidencia de cambios sustantivos en las cifras inflacionarias.
Dejamos lo anterior como contexto, pues en este entorno tenemos que dirimir la oscilación de precios en el negocio agrícola.
El mercado está operando los avances en las negociaciones comerciales como impulsos alcistas para granos y oleaginosas a nivel futuros en Chicago.
Cuando se firma un acuerdo, se asume que saldrá más mercadería norteamericana al destino negociador, cosa que debe ser tratado de manera más holística, la realidad marca que la demanda no cambia, solo alterna el origen de abasto.
La hoja de balance a nivel global no se altera, así que lo anterior se arregla en las primas sobre el precio de Chicago, no en el precio mismo de Chicago.
Otro tema de alta relevancia es que en la ley (BBB), se ha provisionado una etiqueta jugosa en apoyo a la elaboración de biodiésel. Con ello y una baja importante en los inventarios de diésel fósil se ha gestado un incremento importante en los precios del aceite de soya y el diésel lógicamente.
Lo anterior y su impacto en los precios de la soya serán notables, espacialmente cuando la soya y los cultivos de verano entran en su momento que es definitorio.
Respecto de lo anterior simplemente destacaremos que las cosas van bien, los cultivos se ven espectaculares y si las próximas 3 semanas no tenemos algún evento de calor excesivo o falta de lluvia, el maíz se desbordará del silo, así como la soya.
Cerramos este tratado solo resaltando que el consumo del planeta no crece, y en breve veremos cómo se alternan orígenes, ese es el juego. La volatilidad será amplia, y las oportunidades de negocio más.