La crisis de desaparición…

El sábado 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada de Personas establecido por la Asamblea General de Derechos Humanos en 2010. Un día doloroso que nos recuerda que miles de personas tanto en México como en otros países no están con sus seres queridos, no han logrado regresar a su casa, ni ser escuchados por los suyos, porque están desaparecidos. Un día que nos recuerda que miles de hijos, hijas, esposos o esposas, madres, padres y amigos no han podido abrazarles, y tampoco han podido sentarse a la mesa para compartir una taza de café o un cumpleaños. Este día nos recuerda que miles de familias se encuentran fragmentadas y suspendidas en el tiempo que no pasa, porque sus seres queridos les faltan para poder seguir viviendo y avanzando en la vida.

El día Internacional de Víctimas de Desaparición Forzada de Personas nos recuerda la sistematización de la crueldad y la violencia, donde la violación de derechos humanos es recurrente, sin que hayamos podido contenerla ni revertirla, tanto así que en este entorno de violencia y crueldad el cuerpo de la madre buscadora Aida Karina Juárez fue encontrado en San Luis Potosí. Así, de acuerdo con la organización Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) aproximadamente 19 madres buscadoras han sido asesinadas en México desde 2019 a la fecha, sin mencionar que entre 2020 y 2024 se reportaron 1384 agresiones a defensoras en México.

En este sentido, de acuerdo con la Red de Vínculos Familiares del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tenía registradas para 2023 aproximadamente 239,700 personas desaparecidas en todo el mundo. Por su parte, tan solo en México, el fenómeno de la desaparición en más de veinte años ha sufrido un crecimiento constante llegando a aproximadamente 130 mil personas desaparecidas, entre las que se contabilizan 98,384 hombres y 29,258 mujeres y 422 casos indeterminados, de acuerdo al Informe Nacional de Personas Desaparecidas 2025, realizado por Red Lupa. El número de desapariciones ha sufrido un aumento importante -se ha duplicado- entre el 2024 y 2025, lo cual nos evidencia un escenario desgarrador.

En este sentido, la desaparición de personas nos urge a hacer propuestas e intervenciones más solidarias, donde colectivos, instituciones, gobierno y acciones provenientes de la sociedad civil, podamos dar mirada y voz a las víctimas de la desaparición forzada y a su búsqueda, y a su vez, comprometernos a construir una comunidad más solidaria y contributiva, que no ignore o apueste a evadir lo que nos pasa como sociedad. La desaparición de personas es un fenómeno que hemos normalizado, al cuál nos hemos acostumbrado, y a su vez, hemos optado por cuantificar, cuando lo que urge es pensar y proponer con empatía y responsabilidad… ¿Por qué desaparece una persona? ¿Dónde desaparece? ¿Qué podemos hacer como comunidad para evitarlo y para construir redes de apoyo más justas y dignas? ¿Cómo vincularnos con las instituciones y gobierno para crear mecanismos transparentes y más profesionales?

El desaparecido no puede ni debe desaparecer. Este es el llamado, donde, en el caso mexicano, la desaparición nos duele, la historia de cada desaparición importa, porque puede ser nuestra historia también. Es imperante comenzar a involucrarnos desde nuestros lugares comunes, donde toda acción, cualquiera que esta sea, sume y nos permita construir un camino conjunto para, en conjunto desarrollar procesos más justos, dignos y solidarios, donde la dignificación del dolor compartido sea el punto de partida. No se trata de un día, sino de dignificar la memoria colectiva en torno al dolor de la desaparición y de los colectivos de búsqueda a lo largo y ancho del país, para exigir una búsqueda digna, responsable, profesional y comprometida, de la mano de un acompañamiento responsable, empático desde la comunidad.

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