La cosecha de arándanos más grande del mundo florece en Chile

Pequeño, intenso y con un brillo natural que lo hace inconfundible, el arándano rojo (cranberry) es un símbolo de resiliencia agrícola. Su cultivo exige precisión climática y cuidado extremo del suelo, condiciones que solo se cumplen en pocos lugares del mundo. Este año, Chile se consolidó como el mayor productor mundial, cosechando 30,000 toneladas en una temporada que marcó un antes y un después para la industria.
En el sur del país, donde los humedales conviven con bosques nativos y el aire conserva la humedad exacta, los campos de Cran Chile extendieron su marea roja para lograr la cosecha de arándanos más grande del planeta. Sin artificios ni atajos: solo agricultura de precisión, conocimiento aplicado y una comunidad que entiende que la grandeza también se mide en cómo se trabaja la tierra.
Te puede interesar
-
Bistronomie
Claves para entender la Ley del Café aprobada por el Senado
Bistronomie
Jitomate mexicano vs. estadounidense: diferencias de producción, consumo y el arancel de 20.91%
Pero, ¿cómo se cosecha el arándano más abundante del planeta?
La cosecha tiene lugar en la Región de Los Ríos, específicamente en los alrededores de Valdivia. Este enclave del sur chileno combina una geografía de humedales, bosques nativos y cielos nublados que se alternan con claros intensos, en un paisaje donde la agricultura debe dialogar con el ecosistema valdiviano. Aquí, entre suelos arcillosos y aire limpio, los campos de Cran Chile se han convertido en el corazón de la operación internacional de Ocean Spray.
Este fruto no puede cultivarse en cualquier parte del mundo. Originario del norte de América, el arándano ha sido cultivado durante siglos por comunidades indígenas, quienes lo utilizaban tanto en su alimentación como en prácticas medicinales. Solo en ciertos estados del norte de Estados Unidos, algunas regiones de Canadá y, desde hace 30 años en Chile, el arándano encuentra las condiciones precisas para desarrollarse: inviernos fríos, veranos templados y suelos adecuados.
<!–>Enlace imagen
Cosecha de Arándanos
Durante gran parte del año, los arbustos de arándano crecen en camas secas cuidadosamente preparadas con una capa de arena fina que facilita que sus raíces —extremadamente sensibles— se desarrollen de forma saludable. Cuando los frutos alcanzan su punto óptimo de madurez, comienza uno de los espectáculos agrícolas más singulares del mundo: se inunda cada cama con hasta 45 centímetros de agua cristalina.
Al amanecer siguiente, el trabajo inicia con los batidores mecánicos, que giran en el agua y liberan cuidadosamente los frutos de las ramas. Uno a uno, los arándanos emergen a la superficie, impulsados por las cuatro cámaras de aire naturales que albergan en su interior. Lo que empieza como un sutil punteo rojo se expande rápidamente hasta cubrir el agua por completo, generando una escena que asemeja un tapiz en movimiento: un paisaje vibrante donde miles de frutos flotan al ritmo de las corrientes suaves, anunciando que el momento de la cosecha ha llegado. Esta imagen, tan poderosa como precisa, marca el inicio de una de las cosechas más esperadas y admiradas en la agricultura mundial.
–><!–>Enlace imagen
Cosecha húmeda, permite recoger los frutos de forma rápida y eficiente
Esta técnica, conocida como cosecha húmeda, permite recoger los frutos de forma rápida y eficiente. Luego, se cargan en camiones rumbo a la planta procesadora ubicada en Lanco, a unos veinte kilómetros. Allí, en una estación de recepción diseñada con estrictos estándares de calidad, la fruta se lava y se prepara para su salida internacional. Casi toda esta producción está destinada a Ocean Spray, la cooperativa agrícola que concentra cerca del 65% del mercado global del cranberry o arándano rojo.
–><!–>Enlace imagen
Planta procesadora en Lanco
Ocean Spray no es una empresa tradicional. Es una red de más de 700 familias productoras entre Estados Unidos, Canadá y Chile, que opera bajo un modelo cooperativo: todos los beneficios regresan a los productores, y las decisiones se toman en conjunto. Desde Lanco, los arándanos parten hacia Estados Unidos, donde se transforman en jugos, pasas, jaleas y más de mil productos que Ocean Spray distribuye en todo el mundo.
Hay un detalle que habla del espíritu de esta operación: todos los predios de Cran Chile llevan nombres que evocan conceptos como la esperanza, el destino y los sueños. Una forma de nombrar que revela que aquí, producir también es imaginar el futuro.
–><!–>Enlace imagen
Producto final
El desafío está en mejorar, no en crecer
Felipe Donoso, gerente agrícola de Cran Chile, tiene claro que un récord no se sostiene sin evolución. Mientras celebran las 30 mil toneladas cosechadas esta temporada, Donoso insiste en que el crecimiento verdadero está en la innovación. “Queremos mantener las 700 hectáreas, pero cambiar las variedades antiguas por otras más modernas. Es una forma de anticiparnos y garantizar el futuro de la producción”.
–><!–>Enlace imagen
Felipe Donoso
Los desafíos actuales, explica, tienen que ver con el clima y la demanda global por fruta de mejor calidad. “No se trata solo de volumen. Cada metro cúbico de agua y cada gramo de fruta deben rendir más”.
Para sostener el liderazgo, la mejora continua es clave. “El modelo cooperativo nos permite compartir conocimiento con productores de Estados Unidos y Canadá, y aplicar acá lo mejor de cada sistema. Esa es nuestra ventaja competitiva”.
El modelo que impulsa al arándano en el mundo
Desde Ocean Spray, la cooperativa agrícola más grande del mundo en producción de arándano, el gerente de marca para Latinoamérica, Juan Andrés Yepes, asegura: “Chile acaba de superar a todos. Es la cosecha más grande del mundo y también la más hermosa”.
–><!–>Enlace imagen
Juan Andrés Yepes
Este año se recolectaron 650,000 barriles, más que cualquier otra sede en la red de familias productoras que integran la cooperativa. “Chile no es un actor secundario. Es el eje de nuestra operación. Tiene su propia ventana temporal, condiciones óptimas y un equipo técnico que entiende cómo manejar el cultivo desde su adaptación hasta su comercialización”.
El arándano, que contiene más antioxidantes por gramo que cualquier otro berry, ha encontrado también su espacio en la conversación sobre salud pública. “Es una fruta funcional, versátil, y con múltiples aplicaciones industriales. Chile ya es líder también en eso”, afirma.
Sembrar sin perder el bosque
La jefa de Desarrollo Territorial y Sustentabilidad de Cran Chile, Claudia Bustamante, conoce el paisaje valdiviano desde dentro. “No basta con producir. Hay que hacerlo sin dañar. Por eso lo que hicimos aquí fue integrar”.
Desde 2018, la empresa reforesta con especies nativas, restaura cauces y recicla el agua utilizada en la cosecha. Las camas están diseñadas para que el agua baje por gravedad de un campo a otro, y se devuelva al río en mejores condiciones. Más de 17 hectáreas han sido restauradas, y viven en ellas aves que antes no se veían, “hemos visto hasta cisnes”.
–><!–>Enlace imagen
Jefa de Desarrollo Territorial y Sustentabilidad de Cran Chile, Claudia Bustamante
El modelo también contempla viveros comunitarios, proveedores locales y programas técnicos con liceos rurales. “Hemos formado a más de 185 estudiantes. Queremos que esta agroindustria crezca con su entorno, no a costa de él”, subraya.
De 300 a 30 mil
En 1995, Chile cosechaba apenas 300 toneladas de arándanos. Hoy, esa cifra se multiplica por cien. La planta procesadora opera durante tres meses para recibir fruta y que luego se convertirá en jugos, pasas, ingredientes para cereales y productos exportados a más de 90 países.
–><!–>Enlace imagen
Cosecha histórica en Chile
Nada de esto fue casual. En un país que aprendió a producir un ingrediente ajeno que acogió como propio, el arándano encontró su versión más eficiente. Y con ello, un modelo agrícola que mira lejos y posiciona al país como un caso ejemplar de integración agroindustrial en donde la gran fortaleza está en el campo y en quienes lo cultivan.
–>