La conectividad aérea en América Latina
Aún se recuerdan las épocas en que para ir de una ciudad a otra entre los diversos países de América Latina era indispensable pasar por Miami. Eran años donde las aerolíneas estadounidenses conectaban a su país con el resto del continente, en una muy bien planeada estrategia de expansión que ayudó a que la región de América Latina comenzara a ampliar sus horizontes fuera de sus fronteras.
Pensemos en Pan Am, que construyó tantos aeropuertos e invirtió para crear aerolíneas como Mexicana; American Airlines, Continental, Eastern y Western Airlines, entre otras. Estas empresas abrieron para la zona de Latinoamérica un mundo al que todos los países aspiraban y que motivó la creación de las aerolíneas de bandera.
Esas épocas quedaron atrás y en gran parte gracias a organismos como ALTA y IATA (asociaciones de transporte aéreo latinoamericano e internacional, respectivamente) se ha logrado tener una mucha mejor comprensión de los grandes beneficios que le ha traído a la región una visión integradora, de impulsar el transporte aéreo en la zona, con mayor conectividad entre países y con regulaciones que -más o menos- han permitido que las aerolíneas crezcan y con ellas el turismo, el comercio, el intercambio y también las economías de nuestros países.
En la reunión de ALTA que se lleva a cabo en Lima, Perú, en estos días, se han hecho varias reflexiones en torno al crecimiento del tráfico en la región que, en términos interanuales, alcanzó 4.7% de incremento; la demanda un 4.8%; el factor de ocupación promedio llegó a 85% y, en total, el acumulado enero-agosto alcanzó los 320.6 millones de pasajeros.
Como en todo, hay claroscuros. En esta ocasión el empuje lo lideran Brasil y Argentina, en tanto que Panamá y República Dominicana están bien asentados en el Caribe para impulsar el crecimiento. Perú y Ecuador tienen desempeños positivos, pero ahora nuestro país no muestra su mejor perfil, con un crecimiento muy modesto del 0.7% a la par con Colombia y Chile.
La verdad es que -como lo señaló Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA- hay factores que todavía están estorbando que la región amplifique su potencial. Por ejemplo, la falta de infraestructura, las regulaciones excesivas y los altos impuestos en varios países, impiden que el sector aéreo logre sustentar el crecimiento económico que merecen nuestras naciones.
No es ningún secreto que donde hay un aeropuerto con pasajeros, el empleo, las oportunidades y el desarrollo florecen. Cuando se estrangulan estas infraestructuras el declive es inmediato. En algún momento un presidente de IATA dijo: “La aviación florece en la libertad” y es cierto, pero es más cierto que con ello viene el crecimiento para todos.
También durante esta Asamblea General de ALTA se discutieron temas interesantes para la industria en la región, como la necesidad de apoyar la fabricación del Combustible Sostenible de Aviación (SAF), indispensable para que se cumplan las metas de descarbonización de la aviación hacia el NetZero en el 2050. El SAF representa una estrategia de medio camino hacia la aviación de nuevos propulsores como son los motores eléctricos y los de hidrógeno verde, hoy en experimentación.
Ojalá que se tomen en cuenta estos desafíos para que logremos que la región tenga una aviación más sólida.