Keir Starmer endurece las reglas de entrada de inmigrantes en respuesta al auge de la derecha populista
Keir Starmer ha decidido endurecer aún más las normas de inmigración del Reino Unido, apenas dos semanas después de que la derecha populista de Nigel Farage vapuleara a laboristas y conservadores en las elecciones locales de Inglaterra, a lomos de un discurso xenófobo y nacionalista. Pero el primer ministro, como en ocasiones anteriores, ha querido presentar un giro tan drástico, que mimetiza el discurso de sus rivales políticos, como la “correcta” política de izquierdas, necesaria para “enderezar el caos” dejado en el país por los anteriores gobiernos conservadores, “que perdieron el control de las fronteras”. Entre las principales medidas están la de aumentar cinco a diez años el tiempo de estancia para adquirir la residencia permanente en el Reino Unido, incrementar el nivel de formación mínimo de los extranjeros cualificados que pueden ser contratados y un mayor control de los visados para estudiantes.