J&J refuerza su división de oncología con tratamiento para el cáncer de pulmón

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Johnson & Johnson (J&J) ha redirigido el rumbo de su división farmacéutica hacia el desarrollo de tratamientos oncológicos. La multinacional estadounidense ha dado un paso relevante en la investigación médica con su ensayo clínico MARIPOSA, que busca extender la supervivencia de pacientes con cáncer de pulmón, el tipo de cáncer más letal a nivel mundial. En dicho estudio, J&J demostró que la combinación de los fármacos Lazcluze y Rybrevant mejora de forma significativa la esperanza de vida de los pacientes, superando en más de un año los resultados del tratamiento estándar con Osimertinib, desarrollado por la británica AstraZeneca. Esta combinación está dirigida a pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), la forma más común de esta enfermedad, caracterizada por presentar diversas mutaciones genéticas. Los hallazgos fueron presentados por la compañía durante el Congreso Europeo de Cáncer de Pulmón (ELCC) 2025, celebrado en París.

México, en el mapa para Lazcluze y Rybrevant

Durante la presentación de los resultados del ensayo clínico MARIPOSA, Henar Hevia, directora de Oncología para Europa, África y Oriente Medio de Johnson & Johnson Innovative Medicine, advirtió que los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) en etapa avanzada enfrentan un panorama clínico complicado: el 70% de los casos se detectan en fases en las que el tumor ya no es extirpable. Apenas el 20% de los pacientes logra superar los cinco años de supervivencia, subrayó. “Desde que se identificaron las mutaciones en el cáncer de pulmón de células no pequeñas, hace dos décadas, la supervivencia global ha mejorado notablemente gracias a los avances en diagnóstico y al desarrollo de terapias dirigidas. Antes de estos tratamientos, la mediana de supervivencia era de apenas 12 meses”, señaló Hevia ante medios internacionales. Por su parte, Jimena Tejada, directora regional de Asuntos Médicos para Oncología en Latinoamérica de la misma farmacéutica, explicó que el desarrollo de este tipo de innovaciones puede tomar hasta una década desde la etapa inicial de investigación. Indicó que Johnson & Johnson destina alrededor de 13 mil millones de dólares anuales a investigación y desarrollo, no solo para tratamientos oncológicos como el de pulmón, sino también para enfermedades neurológicas, psiquiátricas, pulmonares y otras afecciones complejas. La apuesta de la compañía por la oncología no es casual. La división registró ingresos por 5,678 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, lo que representó un crecimiento de 17.9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En contraste, otras áreas como inmunología e hipertensión pulmonar reportaron caídas de 12.7% y 2.3%, respectivamente. En ese mismo periodo, las ventas combinadas de Lazcluze y Rybrevant —ya aprobadas en Estados Unidos y la Unión Europea— generaron ingresos por 141 millones de dólares, de acuerdo con el reporte financiero de la compañía. México figura como uno de los próximos mercados para la combinación terapéutica de Lazcluze y Rybrevant. Aunque los tipos de cáncer más mortales en el país son el de mama y el de próstata, el cáncer de pulmón también representa un desafío de salud pública: cada año se detectan unos 10,000 nuevos casos y se registran aproximadamente 8,000 muertes por esta causa, según datos de la Secretaría de Salud. José Alberto Regalado Ramos, jefe de Asuntos Médicos de Oncología y Hematología de J&J en México, adelantó que el tratamiento ya cuenta con la aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo que abre la puerta para su disponibilidad este mismo año. El plan es desplegarlo tanto en el sistema de salud pública como en el privado, aunque el mayor impacto se espera en las instituciones gubernamentales, donde se atiende la mayoría de los pacientes. “Es fundamental que esta innovación llegue cuanto antes a quienes la necesitan, porque eso puede marcar la diferencia para que accedan a una segunda o tercera línea de tratamiento que prolongue su vida”, afirmó Regalado Ramos. “Una vez aprobada, buscaremos su incorporación en el sector público, donde está la mayor concentración de pacientes, pero también trabajaremos para facilitar el acceso en el sector privado”. El costo estimado por dosis del tratamiento rondará los 150,000 pesos, según el doctor Luis Antonio Lara Mejía, director del Instituto Nacional de Oncología.

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