Inteligencia Artificial en las aulas: el futuro ya empezó (pero no todos están invitados)

Levante la mano quien odió las matemáticas cuando era estudiante. Bueno, eso podría cambiar gracias a la Inteligencia Artificial. Y sí, estamos hablando de México, donde, según la prueba PLANEA, solo el 16% de los alumnos de secundaria alcanza un nivel satisfactorio en matemáticas. 

Una de las propuestas más populares es ALEKS, una plataforma de IA especializada en matemáticas y desarrollada por McGraw-Hill (sí, la editorial de las enciclopedias y libros de texto). Esta herramienta educativa evalúa el conocimiento real del estudiante y le diseña un plan de aprendizaje personalizado, con ejercicios y lecciones hechos a la medida.

Datos recopilados por la IA Deep Seek, aseguran que en 2023, la SEP lanzó un programa piloto con ALEKS en 100 secundarias públicas de Nuevo León, Jalisco y CDMX, involucrando a 5,000 estudiantes. También asegura que se ha probado en varios colegios privados del país, aunque no se encontró información oficial al respecto. ¿Resultados prometidos? Estudiantes que usen ALEKS al menos tres horas por semana mejoran su rendimiento 15% en matemáticas.

  • ¿Esto será el futuro de la educación?

Aceptémoslo: la IA ya es más inteligente que muchos de nosotros. Genera un texto de 500 palabras en 15 segundos, resuelve problemas de álgebra mejor que el 90% de los humanos y puede leer y resumir un libro de 300 páginas en menos de un minuto, entre muchas otras habilidades.

La pregunta ya no es si la IA puede ayudarnos, sino quiénes pueden acceder a esa ayuda y para qué. Para los optimistas, estas tecnologías podrían convertirse en un gran ecualizador educativo. Y de hecho, hay más iniciativas:

• El Tec de Monterrey explora proyectos como “IA para la Educación”, que desarrolla chatbots y tutores inteligentes.

• El proyecto “Watson en la Educación” de IBM y la Universidad Anáhuac analiza datos para reducir la deserción escolar y mejorar planes de estudio.

• La plataforma con IA de Profuturo (de Fundación Telefónica) desde 2023 sugiere planes educativos basados en el avance del grupo, en escuelas rurales de América Latina. En México, podrían estar trabajando en Oaxaca y Chiapas.

Además de ello, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), cerca del 30% de las universidades públicas grandes y el 60% de las privadas ya están experimentando con IA en sus planes académicos. Además del apoyo de las empresas tecnológicas.

• Google, en colaboración con la SEP, otorgó este año 30,000 becas para Certificados de Carrera en IA y Ciberseguridad a estudiantes y docentes del sistema COLBACH y DGETAyCM. También destinó 2 millones de dólares a la International Youth Foundation para capacitar a 60,000 jóvenes en Fundamentos de IA en Jalisco, Puebla y Oaxaca, y está integrando IA a través de Google Classroom en escuelas de Jalisco y Nuevo León.

• Microsoft participa con el AI for Good Lab en alianza con el Tec de Monterrey, y también colabora con la UNAM, el IPN, la Universidad Anáhuac, el INAOE y la SEP para llevar la IA a las aulas públicas del país.

• También participan empresas mexicanas como Softtek y KIO Networks, así como las internacionales Amazon, Huawei, NVIDIA, Oracle y SAP, con programas de formación, becas y proyectos de investigación en colaboración con diversas universidades mexicanas.

• Por su parte, la UNAM ofrece diplomados en Inteligencia Artificial, creó en 2019 un Laboratorio de IA, y desde 2021, colabora con Google en el proyecto AI Lab.

• El Tec de Monterrey tiene una amplia oferta de cursos y una maestría en Inteligencia Artificial Aplicada.

• La Escuela Superior de Cómputo del IPN ofrece la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial.

• Y el Instituto Tecnológico de Apizaco (ITA) incorporó recientemente Ingeniería en Inteligencia Artificial.

• Entre muchas otras iniciativas que siguen saliendo.

Pero no todo es tan prometedor…

Si bien estas iniciativas suenan prometedoras, también reflejan una dolorosa realidad: no todos tienen acceso. Un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) reveló que solo el 40% de sus estudiantes cuenta con acceso real a herramientas de IA, debido a la falta de infraestructura tecnológica (citado por Proceso, 2023).

Y la desigualdad es aún más evidente en educación básica. El informe Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación (2023) señala que solo 37.3% de las más de 154,000 escuelas de educación básica y media superior en México tiene internet con fines pedagógicos.

Entonces, ¿qué pasará con los estudiantes que no pueden sumarse a todos estos proyectos? ¿Cómo cerramos esa brecha sin abrir otra?

A esto, se suma la creciente preocupación por el mal uso de la IA en tareas escolares. En 2023, la UNAM emitió un comunicado alertando sobre el uso de ChatGPT y solicitando su regulación. Incluso, la facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana ya prohibió entregas generadas con IA por considerar que afectan el desarrollo del pensamiento crítico.

Esto, sin considerar que muchos de los programas educativos basados en IA son liderados por empresas multinacionales, lo que plantea dudas sobre la dependencia de financiamientos externos.

¿Entonces, los jóvenes con IA podrían salvar el futuro?

Me encantaría que en un par de años escucháramos la historia de algún joven que amó las matemáticas gracias a que un día, en su escuela, lo eligieron para un programa con ALEKS. O que la próxima generación de grandes científicos mexicanos está siendo entrenados hoy por una IA.

Pero también me pregunto qué pasará con aquellos miles de mexicanos que no tienen ni tendrán nunca acceso a todos estos programas. Porque la Inteligencia Artificial sí es una gran aliada de la educación, pero también podría convertirse en una nueva forma de exclusión… Seré optimista.

*Esta columna quincenal, llamada “IA: Integrados y Apocalípticos” filosofa sobre la Inteligencia Artificial, con sus pros y contras y cómo se va integrando en la vida cotidiana.

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