Inclusión financiera: piedra angular del Plan México

Inclusión financiera: piedra angular del Plan México

Una condición indispensable para el éxito del Plan México es la inclusión financiera, sí, no es sólo una meta deseable, sino que consolidarla en todas sus formas será pieza fundamental en la ambiciosa hoja de ruta presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum y Altagracia Gómez Sierra. En un país donde el crédito privado otorgado por el sector bancario representa sólo 25% del PIB, muy por debajo de economías comparables como Chile o Brasil, ampliar el acceso al crédito es urgente y estratégico.

Según la Radiografía del Emprendimiento en México 2024, 31.5% de las empresas no han obtenido algún tipo de préstamo o crédito. Al observar las razones para no tener préstamos, la mayoría (77.2%) afirma que no lo solicitaron o nunca lo requirieron. Sin embargo, entre quienes sí han buscado acceso a créditos o préstamos sin éxito, los motivos de rechazo incluyen que les solicitaban comprobar mayores ingresos (38.6% de los casos), poner una propiedad en garantía (26.3%), y/o contar con un mayor tiempo en operación (23.7%). Estos elementos ponen de relieve la importancia de contar con productos más atractivos y asequibles para este sector económico.

La inclusión financiera tiene un impacto directo en la reducción de la pobreza y la desigualdad al permitir que más personas y empresas accedan a servicios financieros formales, lo que a su vez contribuye al desarrollo económico y social del país. En la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas (UNIFIMEX), creemos y estamos trabajando con nuestros asociados y el gobierno para que la inclusión financiera sea una política de Estado, con objetivos claros y medibles, y con la participación activa de todos los actores del sistema financiero.

Nuestro compromiso va desde la digitalización de servicios financieros ya que puede facilitar que personas en comunidades rurales o marginadas accedan a cuentas bancarias, seguros, pagos digitales y programas sociales sin necesidad de trasladarse largas distancias, hasta la atención personal en sucursales ubicadas a lo largo y ancho del país. Reconozco que la expansión del Banco del Bienestar y el fortalecimiento de la Financiera para el Bienestar (FINABIEN) son pasos importantes para llevar estos servicios a la población históricamente excluida; pero si a este esfuerzo, le sumamos el enorme compromiso de los bancos mexicanos que atienden a la base de la pirámide como Banco Azteca, Bancoppel o Compartamos, podríamos disminuir las brechas de una manera más acelerada.

Además, la identidad digital a través de herramientas como Llave MX, de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones que preside José Antonio Peña Merino, será clave para modernizar y digitalizar trámites que combatan la informalidad y la burocracia para las empresas. Con una identificación digital segura, los ciudadanos podrán acceder a apoyos gubernamentales, becas y subsidios de forma más eficiente, reduciendo la dependencia del efectivo y aumentando la transparencia.

En suma, democratizar el acceso a servicios financieros permitiría acelerar la transición hacia una economía más justa, moderna e incluyente, que es precisamente el corazón del Plan México. Aunque también hay que decirlo, el éxito del Plan México dependerá en gran medida de nuestra capacidad colectiva para construir un sistema financiero que funcione para cada mexicano, especialmente a aquéllos que han sido históricamente marginados.

La inclusión financiera no es sólo una herramienta para el crecimiento económico; es una expresión de justicia social y un requisito para la consolidación de nuestra democracia. Desde UNIFIMEX, seguiremos sumando a todos los actores del sistema financiero, desde los grandes bancos hasta las instituciones más pequeñas, cuyo compromiso sea avanzar decididamente en la inclusión financiera y la construcción de un sistema financiero al verdadero servicio de todos los mexicanos.

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