Incertidumbre y economía mundial

“Los mercados se encuentran en constante incertidumbre y fluctuación, y se gana dinero descartando lo obvio y apostando por lo inesperado”.
George Soros.

Recientemente, el WEF publicó el Chief Economists Outlook, sobre las perspectivas económicas mundiales futuras. Dicho informe parte, entre otros insumos, de encuestas realizadas a economistas en jefe de los sectores público y privado, de diversos organismos y países, organizadas por el Centro para la Nueva Economía y Sociedad del Foro Económico Mundial.

El informe trata de presentar los aspectos más visibles y relevantes del entorno económico actual y, simultáneamente identificar las rutas prioritarias para los sectores público y privado para atender los potenciales efectos negativos del futuro, derivados a su vez de eventos y tendencias geopolíticas y económicas.

El panorama que se presenta es en muchos sentidos negativo, porque desde inicios del año, las perspectivas económicas globales se han vuelto extraordinariamente volátiles e inciertas.

La mayoría de los líderes económicos que fueron consultados en las encuestas, coinciden en que la economía mundial se debilitará considerablemente en este año, siendo los principales motores de esa tendencia negativa: la elevada posibilidad de una guerra comercial; los efectos potencialmente negativos (sin demeritar los positivos) del auge e irrupción de la Inteligencia Artificial, y la evidente y acelerada polarización política entre países (y al interior de los mismos) que limita las posibilidades de coordinación supranacional para atender riesgo y conflictos.

El proteccionismo exacerbado y lleno de vaivenes de la nueva administración de EU, generan volatilidad en los mercados financieros ante el temor de que el aumento de aranceles genere inflación y disrupciones a cadenas productivas. Las dudas sobre política económica estadounidense generan una incertidumbre comercial sin precedentes.

Por lo que se refiere a la IA, con su efecto potencial de radical transformación en automatizar tareas y transformar industrias, si bien puede incentivar ciertos sectores (con inversiones de trillones de dólares esperadas para los siguientes años), también puede conducir a la pérdida de empleos y a una mayor desigualdad (por el acceso diferenciado entre países y al interior de éstos) a estas tecnologías.

Para aprovechar este potencial se requieren políticas públicas e iniciativas privadas que apoyen la adaptación de los sectores y la capacitación de las personas y la educación acelerada de los jóvenes, para preparar a los trabajadores para los empleos del futuro.

Tal vez uno de los elementos más preocupantes es el de la polarización política y el auge de las posiciones ultranacionalistas de corte económico que hacen que los conflictos sean latentes constantes y de naturaleza más ideológica.

La incapacidad de muchos líderes para establecer acuerdos firmes y respetados, en temas comerciales o por ejemplo de cambio climático, provocan fenómenos de desconfianza e incertidumbre que impiden la adecuada planeación de las empresas.

El informe presenta algunas perspectivas específicas relevantes:

Un débil crecimiento de EU con inflación, lo que podría llevar a la Reserva Federal a revertir la trayectoria de tasas.

Crecimiento moderado de Europa con signos leves de mejora por una política fiscal más expansiva.

El gobierno chino está implementando medidas para impulsar el crecimiento, con un notorio énfasis en el mercado interno y regional, pero con pocas posibilidades de alcanzar el objetivo de 5 por ciento.

Tensiones geopolíticas, avances tecnológicos disruptivos y polarización alimentarán de forma continua la incertidumbre y la volatilidad. Los inversionistas deberán estar atentos a las puntuales diferencias sectoriales y regionales que, si bien no son definitivas, por lo menos atemperan muchos elementos de incertidumbre al presentar condiciones para una mejor certeza de potencial crecimiento futuro.

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