Impacto del cáncer de pulmón en la economía mexicana
El cáncer de pulmón es una de las principales causas de mortalidad por cáncer en México, aproximadamente el 18.5% de los decesos por cáncer en el país son producto de esta
neoplasia maligna; y sus efectos trascienden el ámbito de la salud pública, afectando gravemente la economía del país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), esta enfermedad no solo constituye un desafío para los sistemas de salud, sino que también presenta implicaciones significativas en el ámbito laboral y social.
Uno de los efectos más evidentes del cáncer de pulmón es la pérdida de productividad laboral tanto temporal como permanente. Los pacientes que enfrentan esta enfermedad a menudo deben ausentarse del trabajo, lo que resulta en una disminución en la fuerza laboral. Esto se traduce en menores ingresos tanto para los individuos como para las empresas, afectando así el crecimiento económico. Además, el tratamiento del cáncer de pulmón puede ser prolongado y costoso, lo que genera una carga financiera adicional para las familias y el sistema de salud.
El costo del tratamiento de esta enfermedad es considerable, se estima que un paciente con cáncer de pulmón puede costar entre 200 y 500,000 pesos mensuales, solo en 2020 el Sistema Nacional de Salud destinó mas de 10,000 millones de pesos a la atención de las enfermedades oncológicas sin poder cubrir ni siquiera el 50% de las necesidades reales de los pacientes, ya que no se dispone de los estudios de diagnóstico mas precisos, ej. biología molecular para todos los tumores, no se dispone de los tratamiento más modernos y eficaces en muchos casos para tratar estas tumoraciones malignas, etc. Los pacientes requieren atención médica continua, incluyendo quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia y, en muchos casos, cirugía. Según estimaciones, el gasto en atención médica para un paciente con cáncer de pulmón puede superar los cientos de miles de pesos al año.
Esto se suma a los costos indirectos, como el transporte a centros de salud y la pérdida de ingresos durante el tratamiento, que afectan la economía familiar y contribuyen a la pobreza.
Además, el cáncer de pulmón tiene un impacto en la seguridad social y el sistema de salud.
Las instituciones públicas y privadas enfrentan un aumento en la demanda de servicios oncológicos, lo que puede provocar una sobrecarga en los recursos disponibles. Esto no solo afecta la calidad de la atención médica, sino que también puede resultar en un aumento de los impuestos o en una reorientación de los presupuestos gubernamentales, afectando así otras áreas críticas como educación e infraestructura.
El impacto económico del cáncer de pulmón también se extiende a la industria aseguradora.
Las aseguradoras enfrentan costos crecientes debido a la alta incidencia de esta enfermedad, lo que puede llevar a un aumento en las primas de los seguros de salud. Este fenómeno puede excluir a algunos individuos del acceso a seguros asequibles, aumentando la desigualdad en el acceso a la atención médica.
Por otro lado, el cáncer de pulmón también afecta a la economía en términos de la pérdida de capital humano. La enfermedad tiende a afectar a personas en sus años productivos, lo que significa que se pierden habilidades y conocimientos valiosos en el mercado laboral.
Esto, a su vez, puede limitar la capacidad de innovación y crecimiento en diversos sectores económicos.
La prevención del cáncer de pulmón es, por lo tanto, una estrategia económica esencial.
Invertir en campañas de concientización sobre los riesgos del tabaquismo, promover estilos de vida saludables y facilitar el acceso a servicios de salud puede contribuir a reducir la incidencia de esta enfermedad y, por ende, mitigar su impacto económico.
Mundialmente se invierten miles de millones de dólares en farmacología para tratar los tumores, en investigación de nuevos medicamentos, en cursos de capacitación y entrenamiento a médicos y profesionales de salud, pero nada o casi nada se hace para el tema de prevención de este cáncer, las políticas antitabaco han fracasado, en México cada día fuman más personas, no hay programas públicos ni privados masivos para hacer detección temprana de cáncer de pulmón, no se destina presupuesto a este rubro a pesar de que desde hace mas de una década se sabe que con una topografía de tórax que puede costar menos de 1,000 pesos realizada a la población de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón, se puede disminuir hasta en 20% la mortalidad por esta causa. No se entiende que no se apueste por esta medida preventiva que evidentemente paliaría enormemente las arcas públicas para tratar a paciente ya con la enfermedad.
En conclusión, el cáncer de pulmón no solo representa un grave desafío para la salud de la población mexicana, sino que sus efectos económicos son profundos y multifacéticos.
Abordar esta problemática desde una perspectiva integral es fundamental para promover un futuro más saludable y próspero para México.
* El autor es cirujano de tórax. Coordinador de la clínica de cáncer de pulmón y tumores de tórax en el Hospital Angeles Lomas.