Hugo Aguilar, el virtual presidente electo de la SCJN que viene de la Mixteca Alta oaxaqueña

Perfilado para fungir como el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz así se presenta: “Aquí tienen a una persona con una lente distinta y que no nada más se asume distinta (…); aquí hay alguien que ha reflexionado la realidad y que ha contribuido a construir un modelo distinto”.
Hasta la tarde de este martes, cuando se habían computado 98.62% de las actas de la elección del pasado 1 de junio, acumulaba cinco millones, 902,812, votos contra cinco millones 586,224 que sumaba Lenia Batres. Si al terminal el conteo es quien acumula más votos, será el presidente de la SCJN de 2005 a 2007.
Originario de Villa Guadalupe Victoria, en el municipio San Miguel el Grande, perteneciente al distrito de Tlaxiaco, Oaxaca, es un abogado mixteco que tiene como causa la defensa de los derechos de las comunidades indígenas, con experiencia en la administración pública.
Te puede interesar
-
Política
INE confirma que la presidencia de la SCJN no será por paridad de género, será por mayoría de votos
Política
Sheinbaum aplaude llegada de Hugo Aguilar a la Suprema Corte; INE evaluará quién presida la SCJN
Aseguró que su papel en el pleno de la SCJN beneficiará también a los no indígenas, no solo por la diversidad de ideas que sumaría a la discusión de los argumentos con sus pares, sino una visión diferente del país y sus conflictos.
Durante su campaña dijo a El Economista “No estoy pidiendo que voten por mí para ser ministro de la Corte porque soy indígena y he estado excluido. No. Soy un indígena con una perspectiva amplia de la justicia, lo cual es valioso para la conformación del pleno del máximo tribunal del país”.
El oaxaqueño hablante de lengua tu´un Savi, mixteco, es licenciado en derecho por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, donde se tituló con la tesis “Pluralismo jurídico. El sistema electoral indígena en la legislación Oaxaqueña”.
Luego cursó la maestría el derecho constitucional en la misma casa de estudios, aunque está pendiente su titulación.
Antes de iniciar la licenciatura fungió como auxiliar en la delegación de la Procuraduría para la Defensa del Indígena en Tlaxiaco, atendiendo a comunidades indígenas mixtecas y triquis.
Al concluir la carrera, se incorporó como asesor en la Academia de Derechos Indios de la Asamblea Mixe y meses después al grupo asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Participó en la redacción de las propuestas de reformas constitucionales que presentó el grupo rebelde a la Comisión de Concordia y Pacificación, que derivó en la reforma al artículo 2 constitucional de 2001.
Entre 2007 y 2008 fungió como consultor de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en temas de derechos agrarios y sistemas normativos indígenas.
De su trayectoria en el servicio público destaca su paso como subsecretario de Derechos Indígenas de la Secretaría de Asuntos Indígenas del gobierno de Oaxaca, de 2011 a 2015.
Posteriormente, fue director de Sistemas Normativos Indígenas del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca.
Desde 2018, al inicio de la administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y hasta hace unas semanas, se desempeñó como Coordinador General de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
En esa institución fue el responsable de coordinar los trabajos de la “Consulta Previa e Informada” para los proyectos del desarrollo del Tren Maya, Corredor Interoceánico y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, así como la consulta indígena para la reforma constitucional y legal sobre derechos de los pueblos indígenas y afromexicano. También fue el encargado de coordinar los trabajos de la redacción de la propuesta de la iniciativa en esa materia.
Era conocido por su labor de enlace entre el INPI con el poder Legislativo, para la discusión de iniciativas relacionadas con comunidades originarias.
También participó en los trabajos de diálogo del gobierno con autoridades tradicionales del pueblo Yaqui para la elaboración e implementación del Plan de Justicia Yaqui.
Fue secretario técnico del Consejo Nacional de los Pueblos indígenas.
Te puede interesar
-
Política
Elección Judicial 2025: Los 9 nuevos ministros de la SCJN que perfila el cómputo del INE
“Tenemos que romper esquemas”
El virtual ministro electo de la SCJN, dice que, si bien no ha sido juez, en tres años, cuando estuvo en el Instituto Electoral de Oaxaca resolvió casos, implementó criterios y principios, por ejemplo, relacionados con sistemas normativos en una elección. “Cuando llegué, se resolvían en 100 hojas; las convertí en resoluciones de 15”.
Para el abogado, una de sus principales fortalezas como próximo integrante del pleno de la Corte es la siguiente: “Tengo una perspectiva de justicia amplia que abarca muchos aspectos que para mí son cruciales en el país. No voy a llegar a explorar qué voy a hacer. En 30 años hemos construido un método, se llama método intercultural. Hemos construido conceptos, principios; tenemos un buen diagnóstico de la vida nacional y de cómo se han ido construyendo distintos ángulos de la vida, desarrollo, democracia, justicia, ciudadanía”.
Y añadió “yo no estoy intentando inventar el hilo negro. A la sociedad no indígena también le digo: aquí tienen una persona que sí tiene una lente distinta, no nada más asume que es distinta”.
Desde su perspectiva, “tenemos que romper esquemas”, pues los mexicanos hemos adoptado sistemas jurídicos e instituciones que no terminan de permear.
Adelantó que va a atender pueblos. “Los principios y las concepciones que he construido desde los pueblos, pueden nutrir temas nacionales”.
Sin embargo, aclaró: no dudo que van a llegar casos de pueblos, pero no estoy yo planteándome que solo voy a resolver casos de pueblos.
Lo que estoy planteando, recalcó, es que los conceptos, los principios, los métodos que hemos desarrollado para atender a los pueblos, es útil para muchos otros temas. “No solo los pueblos indígenas necesitan una sociedad más justa y digna; todos la necesitamos, a todos los niveles”.
Al preguntarle en qué estará mayormente ocupado el pleno de la SCJN durante los primeros meses, a partir de septiembre próximo respondió: Tenemos que mandar un mensaje que las cosas van a ser diferentes.
Somos una federación que funciona con excesivo centralismo. Hay tribunales colegiados regionales, tenemos que detectar cómo descentralizar y quedarnos con el núcleo duro (dialogar con las partes, construir mejores resoluciones, lleva tiempo) y si tenemos ahí un montón de expedientes, pues vamos a terminar haciendo lo mismo.
Para el virtual presidente de la nueva Corte, la que habrá de instalarse en pleno el 1 de septiembre próximo, la justicia tiene un espectro amplio; no es sólo aplicar leyes, debe tener dimensión humana, tener conocimiento de la realidad y obviamente conocer la técnica jurídica, las normas y la técnica de interpretación y aplicación de la norma.
Así lo piensa este abogado de la mixteca alta oaxaqueña. El mismo que ha dicho que, si no se infringe ninguna norma, no usará toga sobre su guayabera blanca.