Guía para hacer un strudel de manzana dorado, crujiente y perfectamente especiado
El strudel de manzana, símbolo de la repostería austrohúngara, encontró en México un nuevo hogar. Lo preparan panaderos de oficio, abuelas que cambiaron las nueces por piñones, y jóvenes cocineros que lo reinventan sin perder su esencia: una capa crujiente que envuelve lo cálido, lo ácido y lo dulce.
Aquí, una guía precisa para prepararlo en casa sin complicarse: con ingredientes que encuentras en el mercado y una técnica sencilla que honra la tradición sin volverse solemne.
Variaciones e ideas
Versión mexicana: cambia las nueces por piñón o almendra fileteada. Agrega un poco de ate de membrillo o guayaba en el relleno.
Versión exprés: usa tortillas de harina grandes como envoltorio, dora en sartén con mantequilla y sirve con helado.
Sin gluten: utiliza masa de arroz o envoltura de arroz vietnamita y hornea menos tiempo.
