Gobierno federal gasta más en pensiones que en participaciones

El gobierno federal gasta más en pensiones que en participaciones a las entidades federativas desde el 2020, debido a una población que está envejeciendo y viviendo más, además de un estancamiento en la recaudación federal participable.

Entre enero y mayo del 2025, el gobierno de Claudia Sheinbaum gastó 626,332 millones de pesos en el pago de pensiones y jubilaciones, lo que de hecho representa 17% del gasto neto total del sector público.

Mientras que para participaciones a estados y municipios, el gobierno destinó 624,039 millones de pesos en los primeros cinco meses del 2025, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Jorge Cano, coordinador del programa de gasto público de la organización México Evalúa, explicó que esta tendencia en las finanzas públicas observada durante los últimos años se explica por tres razones.

“La primera es que la tendencia demográfica impulsa el incremento en las pensiones contributivas, es decir, del IMSS, ISSSTE, CFE, Luz y Fuerza, y esto se va a mantener así debido al envejecimiento de la población y al aumento de la esperanza de vida”, dijo el especialista.

Asimismo, resaltó Cano, también tiene mucho que ver el incremento en el gasto de las pensiones no contributivas (como la Pensión Universal de los Adultos Mayores), “lo cual fue una decisión que se tomó el sexenio pasado y que se ha mantenido como una política de Estado en el actual sexenio.

Cabe resaltar que el gasto en pensiones dado a conocer por Hacienda no contempla a las pensiones no contributivas, es decir, aquellas en las que el beneficiario no aporta nada de su salario para financiarlas.

Finalmente, destacó que en el caso de las participaciones, éstas han tenido un menor crecimiento debido a que la recaudación federal participable (la bolsa a repartir entre la Federación y los estados) se ha estancado por una caída en los ingresos petroleros del país.

“Tenemos un gasto en pensiones que crece muy rápido principalmente por la dinámica poblacional y decisiones del gobierno federal, y unas participaciones que se mantienen casi estancadas por una peor plataforma de producción e ingresos petroleros”, resumió.

Y es que hasta antes del 2020, el gobierno destinaba más recursos a las participaciones de los estados que a las pensiones de los jubilados mexicanos. Hubo años, como el 2001, cuando el Estado gastó 157% más en las participaciones que en pensiones.

Las participaciones federales a entidades federativas, conocidas como Ramo 28, son los recursos que la Federación transfiere a los estados y municipios para que los utilicen en sus propios gastos.

Dichos recursos salen de la recaudación federal que provienen de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros.

Reducción en edad de retiro incrementará el pasivo

La semana pasada, la presidenta Claudia Sheinbaum publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para reducir tres años la edad mínima de retiro de los trabajadores del décimo transitorio del ISSSTE.

Jorge Cano aseguró que con la disminución de la edad de jubilación, se va a incrementar el pasivo pensionario del gobierno federal, es decir, que va a gastar aun más en pensiones durante los próximos años.

“Debido al incremento de la esperanza de vida y a esta jubilación anticipada por parte de los trabajadores del Estado, el gobierno va a tener que financiar más tiempo a cada uno de los jubilados y eso a la larga va a incrementar el pago de pensiones”, añadió.

Asimismo, subrayó que, a partir de las proyecciones demográficas de México, todo indica que el gasto del gobierno en pensiones va a mantener un crecimiento constante hasta el 2050.

“Es decir, todavía nos quedan bastantes años de una presión constante en las finanzas públicas por parte del gasto en pensiones”, concluyó.

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