Francia flirtea con una crisis de régimen
Francia asistirá el lunes por la tarde, con toda probabilidad, a la caída del primer ministro, François Bayrou, derrotado por una moción de confianza que él mismo ha convocado sin contar con los apoyos necesarios para superarla. El democristiano ha durado apenas ocho meses en el cargo; pero bastante más que su predecesor, Michel Barnier, que resistió solo tres meses. Será el cuarto jefe del Gobierno en perder su puesto durante la segunda legislatura del presidente de la República, Emmanuel Macron, que comenzó en 2022. Y el tercero en poco más de un año. Su salida significará, como mínimo, volver a nombrar a un primer ministro y a otro Ejecutivo en Francia. Eso, o convocar elecciones legislativas solo un año después de las últimas, que sumieron al país en una histórica situación de bloqueo. Una solución que ni siquiera garantizaría poner fin a una inestabilidad más propia hasta ahora de países como Italia.