Financiar la movilidad social

Hace unos días, en el marco de la 88 Convención Bancaria, se presentaron los resultados de un estudio del CEEY, Movilidad social en México 2025: la ruta hacia la inclusión financiera. El informe, elaborado con base en la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México 2023 (ESRU-EMOVI 2023), presenta evidencia que muestra una asociación positiva entre la condición de origen en cuanto a la inclusión financiera de las personas y la movilidad social (ascendente) que experimentan en presencia de ella. También muestra, sin embargo, que la inclusión financiera, en buena medida, se hereda, con lo cual el efecto positivo que genera sobre los resultados de vida de las personas queda limitado a un menor grupo de población. Esto, desde la perspectiva de la industria financiera, resulta en una pérdida muy importante de clientes deseables. El reto para ella es identificarlos y alcanzarlos para incorporarlos.

Hay una buena noticia: la proporción de personas que actualmente se encuentran incluidas financieramente es 2.5 veces mayor que en la generación anterior. Sin embargo, también hay una mala: las personas con padres sin inclusión financiera tienen una probabilidad de estarlo siete veces menor que las de padres incluidos financieramente. Lo anterior resulta clave, ya que si tomamos al grupo de población mexicana con origen en el 40% de los hogares con menos recursos económicos y diferenciamos entre las personas que tenían padres con y sin inclusión financiera, su logro económico es completamente distinto. Entre las primeras, 13 de cada 100 ascienden hasta el grupo que representa al 20% más alto de la escalera social. Por el contrario, solamente 4 de cada 100 logran dicho ascenso entre las que provienen de hogares sin inclusión financiera.

Si la condición de origen de inclusión financiera se constituye en el habilitador principal del ascenso social, el hecho de que esta dependa significativamente de la condición de inclusión financiera de los padres de las personas provoca que el espacio de oportunidad quede restringido primordialmente al grupo que cuenta con esta característica de origen. Eso, en términos de la clientela más deseable para la industria financiera —que, entre otras, es la que cuenta con el potencial para recorrer hacia arriba toda la escalera social—, significa que se esté dejando de incorporar a 9 de cada 100 personas (la diferencia entre 13 y 4) que provienen de un entorno sin inclusión financiera.

La pérdida de este tipo de clientela se vuelve todavía mayor si tomamos en cuenta los resultados diferenciados entre hombres y mujeres que provienen de hogares pertenecientes al 40% más bajo de la escalera social. En ese caso, lo que se observa es que, entre los hombres cuyos padres estaban incluidos financieramente, 22 de cada 100 logran ascender hasta el grupo que representa el 20% más alto de la escalera social. En cambio, entre las mujeres con las mismas condiciones de origen, lo logran 7 de cada 100. Esta diferencia implica que la pérdida de los clientes más deseables no solamente se encuentra entre las personas que provienen de entornos familiares sin inclusión financiera, sino que se extiende a 15 de cada 100 mujeres (la diferencia entre 22 y 7) con padres que sí estaban incluidos financieramente y que, al igual que sus equivalentes hombres por condición de origen, también tienen todo el potencial para alcanzar la parte más alta de la escalera social.

Durante su toma de protesta como presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Emilio Romano se comprometió a promover una banca que impulse la movilidad social. Apuntó de manera certera que dicha promoción debe fincarse en una necesidad que arroja el análisis antes descrito, «que cada persona, sin importar su condición, encuentre en el sistema financiero un aliado para construir un mejor futuro». Además, resaltó la brecha de acceso que enfrentan las mujeres y se comprometió a «que las mujeres lleguen finalmente a tener plena paridad en el acceso a servicios financieros». De lograrse estos objetivos, como lo demuestra el diagnóstico del CEEY, se generarán beneficios para la población y, sin duda, también para la banca.

admin