Fibra de carbono seguirá presente unos años más en el diseño de los autos

En la industria automotriz, con tantos competidores y modelos, las marcas necesitan los detalles más llamativos y especiales para destacarse del resto. Así nos encontramos versiones especiales o limitadas, rines y detalles estéticos especiales, por mencionar algunos. Pero uno que es muy buscado, de alto valor y reservado para los más especiales es la fibra de carbono.
Este material sintético es una fibra compuesta de pequeños y diminutos filamentos, que unidos entre sí por su composición basada en átomos de carbono, logran un nivel de rigidez y resistencia que puede acercarse al acero pero con la gran ventaja de que es muy ligero. Debido a sus propiedades es utilizada en diferentes ramas industriales como la aeronáutica, la espacial y la automotriz.

Gracias a su bajo peso y alto nivel de torsión, BMW utilizó a este material en la estructura de uno de sus superautos más buscados, el i8.
Las aplicaciones más conocidas en los vehículos está en componentes de la carrocería y del interior como los cofres (para reducir el peso del auto), los alerones, las carcasa de los espejos laterales, partes en general del exterior, insertos en el tablero, recubrimientos para la palanca de cambios, entre otros. Sin embargo, en modelos de alta gama y principalmente deportivos, y con el reforzamiento al utilizar una resina, la fibra de carbono puede darle forma a todo el monocasco del vehículo. BMW, por ejemplo, utiliza fibra de carbono reforzada con polímeros en algunos de sus vehículos.
El punto de conflicto
Hace un par de semanas circuló la información de que, a raíz del estudio Revisión de vehículos al final de su vida útil, elaborado por la propia Unión Europea y sus comisiones, la fibra de carbono podría ser sujeta de análisis más profundos que podrían derivar en su prohibición. Todo a raíz de que el informe mencionó su peligro hacia el medio ambiente y los seres humanos pues una vez que el vehículo es desechado, los filamentos de este material podrían dispersarse y ser perjudiciales.
Sin embargo el propio Parlamento Europeo desmintió esta información y que por lo pronto se confirma que podrá seguir siendo utilizada en los siguientes años.
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