¿Expropiación fast track?
Incubado hace una década, bajo la modalidad de Asociaciones Público-Privadas, el contrato del hospital general del ISSSTE en Tláhuac apenas ha rebasado una cuarta parte de su vida útil. Asignado en el 2017 al Consorcio Operador de Hospitales Regionales del Sur y a Sacyr Concesiones, ese complejo médico de última generación inició operaciones justo hace cinco años, en la primera oleada de la pandemia de la Covid-19.
Proyectado atender a la delegación del ISSSTE con el mayor número de derechohabientes registrados en el país, el inmueble es un edificio sostenible bajo la certificación LEED v4 BD + C for Healthcare. Dos meses antes de su apertura —en septiembre del 2020— la entidad convocante y los concesionarios acordaron una modificación al contrato: el diseño y construcción, equipamiento y mantenimiento de las instalaciones quedaron a cargo de los particulares, mientras que la prestación de los servicios médicos sería proporcionadas por el personal del Instituto.
En este primer quinquenio se ejecutó el proyecto, conforme los plazos establecidos. La inversión —100% con recursos privados— fue de 2,303 millones de pesos, destinados a habilitar ocho quirófanos y 35 consultorios para 32 especialidades distintas, entre ellas medicina interna, cirugía general, gineco-obstetricia, pediatría, urgencias y terapia Intensiva.
El contrato modificado dejó seis servicios auxiliares de diagnóstico y nueve servicios auxiliares de tratamiento —hemodiálisis continua, servicios de imagenología, laboratorio, banco de sangre y continuidad técnica 24/7, entre ellos— a cargo de los concesionarios.
Sin cambios, los plazos originalmente planteados en la licitación internacional: un plazo de 23 años en el que el ISSSTE pagaría una contraprestación al desarrollador privado por la disponibilidad de los servicios, con cargo a su presupuesto multianual autorizado.
La nueva administración del Instituto ha decidido nacionalizar esta instalación y ofreció a los concesionarios un pago de 114 millones de pesos para cubrir sus gastos en este periodo por la operación del nosocomio, incluyendo quirófanos activos, insumos quirúrgicos, mantenimiento preventivo y correctivo del equipo, además de los servicios suplementarios.
Ahorrar 100 millones de dólares bien podría ser una justificación para esta expropiación, pero el ISSSTE deberá cubrir 17 servicios esenciales y a los más de 500 trabajadores que los sostienen, además de comprometer la continuidad quirúrgica, hacerse cargo de la reposición tecnológica, la gestión de áreas críticas y la continuidad de procesos que requieren personal con certificaciones específicas.
Ahora mismo no hay estimación pública sobre el costo operativo que el Instituto tendría que asumir ni sobre el plan de transición para garantizar que unidades críticas mantengan su nivel de disponibilidad.
Los precedentes nos llevan a la cautela. En unidades que pasaron a control federal en años recientes, la curva de estabilización sigue abierta. Equipos que no se sustituyeron a tiempo, interrupciones en servicios diagnósticos y cargas laborales forman parte del patrón.
Efectos secundarios
LEJANÍA. Entre los 14 doctorados honoris causa entregados por el Consejo Universitario hubo tres figuras de talla global: la exmandataria chilena Michelle Bachelet; el exsecretario de salud Julio Frenk, y el economista Dani Rodrik, premio Príncipe de Asturias, quien ayer ofreció una conferencia magistral en la UNAM. Su precisión sobre el significado de la prosperidad compartida, pero sobre todo su defensa de los medios “heréticos” para controlar la inflación —el control oficial de precios, la presión gubernamental sobre las empresas con poder de mercado y la reducción de las tasas de interés— lo acercarían al Segundo Piso de la 4T, pero el distanciamiento del sector puro con la rectoría de la UNAM ha hecho que se pierda una oportunidad.
RETORNO. Higinio Martínez Miranda pidió licencia a su escaño en el Senado de la República. Unos dicen que molestó porque en Palacio Nacional no cumplieron con la palabra empeñada; otros, sus cercanos, justificaron su separación porque fue estrictamente por razones médicas. El poderoso político texcocano, líder indiscutible del GAP, ya reapareció públicamente.
