Estabilidad de precios, un activo que ya se alcanzó: UNAM
La estabilidad de precios es un activo de la economía mexicana que se alcanzó de forma definitiva en los primeros años de la década de los 2000 y que aún después de los choques post pandemia se mantiene, explicó el investigador y catedrático de la facultad de economía de la UNAM, Santiago Capraro.
Esto significa que la inflación dejó de crecer a un doble dígito para aproximarse a variaciones de 3.5%, precisó. Si bien no es el objetivo puntual del banco central, sí es una fluctuación muy cerca de la meta de 3%, fijada por Banco de México en el 2003, señaló.
Entrevistado tras participar en un seminario sobre los 100 años del Banco de México, organizado por la Academia Mexicana de la Historia y la Asociación Mexicana de Historia Económica, admitió que los choques de la pandemia y la interrupción de las cadenas de suministro llevaron a los precios a una aceleración no vista en dos décadas.
Tomó el episodio de la inflación post pandemia, desde el pico alcanzado en agosto del 2022, cuando el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró una variación de 8.7% anual y el dato más reciente de la primera quincena de agosto, cuando se alcanzó una fluctuación del INPC de 3.47%, para enfatizar que indica que la inflación sí convergió a un valor cercano a la meta.
Desde su perspectiva, el Banco de México sí coadyuvó a controlar la inflación como esperaban los agentes de la economía, al subir la tasa de interés para tratar de frenar el impacto en la demanda agregada y evitó las variaciones abruptas del tipo de cambio, es decir, contribuyó a estabilizar los precios.
Pero pidió tomar en cuenta también que este choque de precios pudo contenerse por la serie de medidas que aplicó el gobierno federal en el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic).
Precios y confianza
El catedrático reconoció que los consumidores no perciben en este momento la estabilidad porque los precios quedaron muy altos.
“Los precios nunca más van a volver a los niveles que teníamos previo a la pandemia, por más que se registren variaciones de precios más cercanas a la meta puntual. Aún así, podemos afirmar que hay estabilidad”, señaló.
En su participación en la conferencia, Santiago Capraro presentó la ponencia “Política monetaria del Banco de México, elementos para el crecimiento con estabilidad”, explicó que la estabilidad de precios no alcanza por sí sola para impulsar al crecimiento económico.
Consignó además que la estabilidad macroeconómica tampoco es determinante para acelerar el crecimiento y un mayor desarrollo.
Explicó que la autoridad monetaria se ganó la confianza de los inversionistas desde la segunda mitad de la década de los 90, esto es, saliendo de la crisis del 95, cuando comenzó a actuar para llevar la inflación al objetivo de estabilidad.
Esa confianza se ha reforzado cuando el Banco de México ha aumentado la tasa ante episodios inflacionarios y cada vez que ha explicado con claridad los problemas que ha enfrentado y las herramientas utilizadas para resolverlos.
“Los agentes del sector privado le tienen confianza porque reconocen que entiende los problemas que se han presentado y cuenta con las herramientas para resolverlos”, consignó.
Su expectativa es que esa misma confianza que tienen los mercados y agentes económicos en el banco central, también sea percibida por los consumidores.
El experto acotó que esa confianza ha tardado años en ganarse, pero puede perderse de un día para el otro si en algún momento se tomaran malas decisiones. Cuando habla de malas decisiones se refiere al financiamiento directo al gobierno.
Los consumidores no perciben en este momento la estabilidad porque los precios quedaron muy altos; nunca más volverán a los niveles previos a la pandemia.