#Entrelíneas | Los 100 días más trágicos para la humanidad (y los que vienen)

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Ya nada en la Casa Blanca es igual que antes. Ahora, la imagen de Donald Trump con el puño en alto y la sangre corriendo por su rostro, a raíz del atentado que sufrió en tiempo de elecciones, está colocado justo enfrente de un retrato de Obama. Un mapa del ‘Golfo de América’ se muestra en la Oficina Oval, junto con un cuadro que, para el actual presidente de Estados Unidos, tiene un sentido muy especial y pertinente: en éste, aparece James Polk, el mandatario que entre los años de 1845 a 1849 supervisó la mayor expansión territorial estadounidense de la historia, hacia el sur.

Los nuevos detalles en la residencia oficial del presidente de Estados Unidos son un ingrediente de lo que ha ocurrido en los primeros 100 días del actual mandato de Trump, quien ha descrito este breve periodo como el más hermoso en la historia de Estados Unidos, aunque para el resto del mundo signifique todo lo contrario. En 100 días, Donald Trump ha hecho todo a su antojo: se ha pronunciado a favor de tomar territorios, perseguir a enemigos políticos, celebrar el desmantelamiento del servicio público, declararle la guerra a universidades, desencadenar una guerra comercial, provocar el desplome de los mercados financieros… El extenso historial de órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump en sus primeros 100 días de su segundo mandato en la presidencia de Estados Unidos no tiene parangón y supera el récord impuesto a principios del siglo XX por Franklin Delano Roosevelt, quien emitió 99 órdenes ejecutivas en los primeros días de su administración en 1933, principalmente destinadas a combatir la Gran Depresión. En estos primeros 100 días, muchos han sido los impactos y las desgracias que se han derivado como consecuencia de la implementación de estas órdenes ejecutivas. Todo, por muy inconcebible e indignante que pudiera parecer, ha sido, es y puede ser víctima de una orden ejecutiva en estos tiempos trumpistas: En su primer día en el cargo, el actual presidente de Estados Unidos emitió una orden ejecutiva que pretendía “defender a las mujeres del extremismo de la ideología de género”, por lo que establecía como política el reconocimiento de solo dos sexos (masculino y femenino) y exigía erradicar la “ideología de género”. En consecuencia, ordena a las agencias federales a eliminar todas las declaraciones, políticas, regulaciones, formularios u otros mensajes internos y externos que promuevan o inculquen de alguna manera la ideología de género. Recientemente, el 28 de abril, la Casa Blanca emitió dos órdenes más relacionadas con la inmigración. La primera aborda las llamadas ‘ciudades santuario’ e instruye al fiscal general y al secretario de Seguridad Nacional a identificar los estados y ciudades que obstruyen la aplicación de las leyes federales de inmigración, con el objeto de retener fondos a dichas jurisdicciones. La otra orden exige que los camioneros profesionales hablen inglés. En el ámbito internacional, junto con la guerra de aranceles que el gobierno de Estados Unidos lanzó en contra de buena parte de las economías de todo el mundo, muy pronto empezarán a sentirse los efectos del proceso de salida de Estados Unidos de la OMS, lo que pondrá en riesgo la detección, respuesta y coordinación ante eventuales emergencias sanitarias; al tiempo que la ONU podría ingresar a una nueva etapa a raíz de la significativa reducción de presupuesto estadounidense. En cualquier caso, mientras hay quienes piensan que toda esta acción de gobierno ha sido un tanto improvisada, lo cierto es que no sería posible tener más de 140 órdenes ejecutivas en 100 días si no hay una lógica y un sentido detrás de esta andanada de acciones. Es decir, Donald Trump y compañía están ejecutando el plan que, previamente, habían confeccionado. Así, los cambios en Estados Unidos ocurren a velocidad de vértigo y están alterando el sistema de pesos y contrapesos, lo que a su vez está generando un cóctel de incertidumbre con consecuencias, hasta ahora, impredecibles para el mundo entero. “Y la incertidumbre va a seguir”, afirma Antonio Ortiz-Mena, director general de AOM Advisors. “Quizá, vendrán algunos arreglos por presiones, ante todo, de productores y consumidores en Estados Unidos; es decir, por política doméstica y no tanto por presión internacional. Pero esto no quita que, en términos generales, vaya a prevalecer un alto grado de incertidumbre, aunque no sé si estos cambios vayan a ser sostenibles durante casi cuatro años”. México ha sido de los países que ha recibido más golpes. Sin embargo, la valoración que se tiene alrededor del desempeño de las autoridades del gobierno de Claudia Sheinbaum para enfrentar los caprichos trumpistas es positiva pues, a diferencia del otro socio comercial que forma parte del T-MEC, México goza de un mayor margen de maniobra que Canadá. En términos pugilistas, ha sido más técnico que rudo. Al margen de los estilos de gestión, hay varios retos que no se han resuelto y que, se estima, seguirán siendo usados por Donald Trump para imponer sus intereses. El incendio provocado alrededor del sector automotriz es el más delicado. Si bien el reciente decreto ejecutivo que Trump firmó para aliviar la carga de aranceles al sector automotriz es una buena noticia, Estados Unidos sigue violando los principios del T-MEC y no hay pronósticos que alimenten el optimismo, dado que todo apunta a que Donald Trump seguirá pateando unilateralmente la estructura del acuerdo comercial. Bajo la mirada de Antonio Ortiz-Mena, quien también es profesor de la Universidad de Georgetown, ya se asoman en el escenario dos papas calientes más, que se sumarán a la tensa relación bilateral: una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que podría tener implicaciones para la importación de camiones medianos y pesados, y sus partes; junto con las amenazas para imponer aranceles a los tomates frescos; “México es un jugador relevante en la producción de camiones y, por el otro lado, más de medio millón de empleos en el país dependen de la industria del tomate y de su exportación a Estados Unidos”, añade. Hoy, mañana, en cualquier momento, caerán sobre México más amenazas provenientes del norte. Como ha ocurrido en los primeros días de los últimos meses, vendrán más noticias que relatarán las animosidades del momento de Donald Trump. Ya pasaron los primeros 100 de su segundo mandato y no hay duda: la incertidumbre persistirá, aunque el gran misterio está en saber hasta cuándo. “Yo creo que vendrán algunas noticias positivas, porque el diálogo ha sido frecuente y constructivo, y a la vez se mantendrá un cierto nivel de incertidumbre. Como en el tema migratorio, la relación comercial también se administrará, habrá crisis y luego remansos. Estados Unidos quizás no ha internalizado lo esencial que es México para sus propios intereses y ojalá esto se entienda de manera proactiva. Esto va a requerir de diálogo constante a lo largo de cuatro años””, concluye Antonio Ortiz-Mena, quien también se desempeña como Presidente del Comité T-MEC del COMCE. Por lo pronto, persiste la sensación de que esto apenas es el principio de la revolución que Donald Trump tiene en mente. **********

En medio del huracán que envuelve la relación comercial entre los países de América del Norte, hay una pieza que no se ha analizado del todo: el desempeño e influencia de la Embajada de México en Estados Unidos, a cargo de Esteban Moctezuma. Así, una primera aproximación al respecto sostiene lo siguiente: Washington es una ciudad en donde aproximadamente 150 embajadas buscan hacerse escuchar en la Casa Blanca y en el Capitolio, con el afán de defender su interés nacional. Actualmente, se dice que la Embajada de México en Washington no tiene ni los recursos humanos, materiales y financieros para hacer frente, primero, a la coyuntura, ni mucho menos para aprovechar los grados de oportunidad que podrían surgir para mejorar la relación comercial entre ambos países. _____ Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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