En la industria maquiladora de exportación priva un ambiente de incertidumbre generado por factores internos y externos

En la industria maquiladora de exportación priva un ambiente de incertidumbre generado por factores internos y externos

En la industria maquiladora de exportación priva un ambiente de incertidumbre generada por factores internos y externos, que se ha manifestado en “cautela” por parte de los empresarios del sector para invertir, lo cual, a su vez se ha traducido en un estancamiento del empleo y la cantidad de establecimientos en operación.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al cierre de 2023 había en México 5,167 plantas maquiladoras de exportación en operación, que empleaban a dos millones 914,332 personas y para diciembre de 2024 eran 5,210 establecimientos, es decir 43 más (0.8% más) y 21,777 empleados menos (0.7% menos).

De los 5,210 establecimientos funcionando a diciembre de 2024, un total de 932 estaban en Baja California, 722 en Nuevo León, 486 en Chihuahua y el resto en otros 15 estados.

Las entidades donde más empleo generan son Chihuahua, Nuevo León y Baja California. En esos tres estados, a diciembre de 2024 empleaban a un millón, 133,035 personas.

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Si se analizan las estadísticas sobre el número de empleados en las distintas entidades durante los últimos años, se observa que Nuevo León registró un incremento relevante de población ocupada en el sector, principalmente a partir de junio de 2024, a diferencia del resto de los estados de la zona fronteriza norte, donde la ocupación se ha estabilizado o incluso disminuido.

En Baja California, en diciembre de 2022 había en operación 921 maquiladoras, cifra que se incrementó a 933 a diciembre de 2023. En diciembre de 2024 eran 932. En tanto, el número de empleados en esos lugares pasó de 377,928 en diciembre de 2022 a 363,253 en diciembre de 2023 y a 346,373 en 2024.

En Tijuana, Baja California, había 595 maquiladoras en diciembre de 2022; en diciembre de 2023 eran 607 y en diciembre de 2024 eran 602.

El número de trabajadores en esos lugares pasó de 253,651 en diciembre de 2022 a 248,944 en diciembre de 2023 y a 231,596 en diciembre de 2024.

Asimismo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, el número de maquiladoras en operación pasó de 321 en diciembre de 2022 a 320 en diciembre de 2023 y a 322 en diciembre de 2024.

La cifra de empleados en esas plantas pasó de 313,459 en diciembre de 2022 a 295,805 en diciembre de 2023 y a 275,892 en diciembre de 2024. Entre 2023 y 2024 se perdieron 19,911 empleos, que representan 6.7%.

Llamó la atención en que las estadísticas del sector muestran que durante la pandemia de la Covid-19 se generó un “bache” en la generación de empleo que fue superada hacia 2023, pero en 2024 se generó una contracción en el número de personas ocupadas en el sector.

Si se analizan los salarios reales de esa industria, se observa que el rango promedio va de los 14,000 a los 16,000 pesos mensuales por persona.

Llama la atención que en Veracruz se tiene el salario promedio más alto, con 21,235 pesos. El segundo lugar es Baja California, donde, en promedio un trabajador de maquiladora es de 16,640 pesos. En Yucatán se tienen los salarios más bajos pues el promedio es de 9,919 pesos.

¿Qué motiva la “cautela”?

En entrevista, el académico de El Colegio de la Frontera Norte, unidad Nogales, Humberto García Jiménez, planteó que la cautela mostrada por los empresarios del sector al cierre de 2024 se mantiene hasta hoy y se explica primero por las acciones neoproteccionistas del gobierno de Estados Unidos y la incertidumbre política que generaron en 2024 las elecciones en el vecino país del norte.

En su opinión, del contexto macroeconómico es importante poner atención en las medidas proteccionistas del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, la guerra comercial de ese país con China y la guerra en Ucrania.

Además, la incertidumbre respecto de la revisión del T-MEC, la cual se incrementó durante las últimas horas, a raíz de las declaraciones del presidente Donald Trump, en el sentido de suspender negociaciones con Canadá, lo cual pondría, por lo menos en la discusión, la posibilidad de tratados bilaterales con México y Canadá, en lugar del trilateral, que hasta hoy funciona, y que, en 2026, tendría que revisarse, aunque todo parece indicar que habría renegociación.

En ese sentido, el especialista considera que tal vez no afectaría tanto al sector que en lugar de un tratado trilateral haya uno binacional, porque la mayor parte del comercio de las maquiladoras establecidas en México es con Estados Unidos.

Para el académico, en el ámbito externo hay otros factores que suman al ambiente de incertidumbre, como los procesos de reconversión tecnológica que la propia dinámica de los sectores que integran la industria maquiladora está generando.

Por ejemplo, la relacionada con la industria automotriz no tiene claro cómo va a ser la transición hacia los automóviles eléctricos o la farmacéutica, que experimenta cambios respecto de cómo opera en México, en relación con las grandes farmacéuticas de Estados Unidos y la aeroespacial, que se está reorganizando.

Factores internos

Por otra parte, explica que hay factores internos que contribuyen a la incertidumbre y “cautela” para invertir, como la necesidad de mayor infraestructura eléctrica.

En Tijuana, por ejemplo, hay la posibilidad de abrir más parques industriales pero la capacidad de dotación de energía eléctrica es limitada. Lo mismo sucede en otros sitios como Nogales, Sonora, donde hay espacio para construir más parques industriales, pero lo que ha ocurrido es la falta de disponibilidad de energía eléctrica.

Otro factor es la falta de disponibilidad del agua, lo cual limita las posibilidades de expansión de industrias expansivas en el uso de ese recurso.

A escala nacional, abundó, es necesario tomar en cuenta lo que dicen los analistas que, al menos a principios de año plantearon una expectativa de bajo crecimiento económico derivada del contexto externo, pero también de variables estructurales del país.

Otro elemento generado por la incertidumbre es la baja percepción para invertir en México. “La coyuntura actual no es la mejor para hacer inversiones”. Lo que ha ocurrido es que, las que están no se van, pero tampoco se expanden.

Entre esos factores que generan incertidumbre también está la falta de Estado de derecho, lo cual es un foco rojo.

El crecimiento de la inseguridad pública está afectando directamente a los establecimientos de maquiladoras en los parques industriales, apuntó.

En estados de la frontera norte se han estado registrando hechos de extorsión, robo, a las personas que trabajan en esos establecimientos.

Otro elemento importante es la corrupción, que sigue siendo un factor central sobre todo cuando se trata de apertura de nuevos negocios y el mantenimiento de operaciones dentro de la estructura formal de la economía.

También consideró que la reforma al poder Judicial también ha planteado ciertas incertidumbres respecto a la conformación de ese poder.

Oportunidades

Para el especialista, aunque la realidad ha demostrado que no es automático, entre las oportunidades para el sector está el impulso del nearshoring, particularmente lo que tiene que ver con los semiconductores.

En ese caso en particular es un proceso que requerirá mayor tiempo porque los semiconductores no implican un ensamble simple, además de que tiene una cadena de suministro desperdigada por todo el mundo.

También supone una oportunidad para el país la transición hacia manufactura avanzada y digitalización, lo cual es muy importante porque, justamente, los sectores de alta tecnología son los que se van a transferir desde China hacia Estados Unidos, la cadena de proveeduría que se pueda establecer en México va a ir enfocada con lo que se conoce ahora con las características de la industria 4.0, lo cual implica retos de infraestructura digital.

Además, el que implica la escasez de talento técnico que esas empresas requieren.

Escenarios

Ante la situación actual del sector, para el especialista existen tres escenarios: uno optimista, otro pesimista y uno intermedio.

El optimista supone que en el frente externo haya una revisión o negociación del T-MEC, que derive en claridad de las reglas para el comercio.

En el frente interno que se haga lo necesario para que haya disponibilidad de los insumos básicos para que las empresas funcionen, concretamente energía, agua, seguridad, Estado de derecho y que, si no se resuelven los problemas en el corto plazo, por lo menos haya claridad en las reglas de operación y mayores insumos.

El escenario negativo es que la negociación del T-MEC se atore, que México tenga cada vez menos capacidad de maniobra con Estados Unidos, sobre todo por el problema de la inseguridad, lo cual puede generar rigideces a la hora de negociar y la confianza para lograr acuerdos.

Un intermedio, que es más probable que pase, es una combinación de ambas y en eso va a depender mucho de la capacidad de negociación de la Secretaría de Economía y de la prudencia y sensatez que tengan los actores económicos. Las decisiones no se pueden tomar a la ligera. Hay un encadenamiento productivo desde hace años que no puede romperse.

Lo más probable, señaló el académico, es que haya un escenario gris, donde haya negociaciones difíciles, avances mínimos y mucha cautela en el sector maquilador.

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