Empleados de Thinking Machines Lab desairan a Zuckerberg

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Mark Zuckerberg no detendrá su objetivo de crear el laboratorio más grande de Inteligencia Artificial ( IA ). Como parte de esta tarea ya robó talento a OpenAI y ahora va por la startup fundada por parte del equipo que trabajó con Sam Altman: Thinking Machines Lab (TML), empresa de Mira Murati, exdirectora de tecnología de OpenAI. De acuerdo con un reporte de Wired, más de una docena de personas que trabajan en el equipo de desarrollo de TML, mismo que formó Murati tras su salida de OpenAI, ya recibieron ofertas laborales por parte de Meta, las cuales superan los 1,000 millones de dólares pagados a lo largo de varios años. Según los informes, la mayor parte de los ingenieros de TML no aceptaron las ofertas a pesar de las grandes sumas de dinero. El motivo principal del rechazo hacia Meta se debe a no estar interesados en el enfoque de la compañía en torno a la tecnología, mientras que otros están escépticos de Alexandr Wang como director del laboratorio.

Los empleados de Thinking Machines Lab se resisten a Meta

Wang, de 28 años, llegó a Meta luego de que Zuckerberg adquiriera su empresa de etiquetado de datos para el entrenamiento de la IA, ScaleAI, por 14,300 millones de dólares. Sin embargo, su experiencia contrasta con la de otros investigadores y ejecutivos de renombre que se están uniendo al Meta Superintelligence Labs. Por ejemplo, Shegjia Zhao, cocreador de ChatGPT, fue nombrado como científico en jefe del laboratorio de superinteligencia, rol donde se encargará de establecer la agenda de investigación y dirección científica de la unidad. “Estamos realizando importantes inversiones en investigación, productos e infraestructura para desarrollar los productos y servicios de IA más valiosos para las personas”, comentó Zuckerberg en torno a la ola de contrataciones. Si bien Meta logró robar talento de OpenAI e incluso Apple, en el caso de TML no ha podido proponer una oferta lo suficientemente atractiva para que los empleados cambien de bando, además de que la empresa se encuentra en un momento de crecimiento. De hecho, hace un mes se dio a conocer que Meta mantuvo conversaciones para adquirir TML –hizo lo mismo con Safe Superintelligence, de Ilya Sutskever, y con Perplexity–, pero no progresaron a una oferta final en ninguno de los casos. Por otra parte, a mediados de julio cerró una ronda inicial de 2,000 millones de dólares en donde participaron grandes empresas del sector, como Nvidia, Accel, ServiceNow, Cisco y AMD, entre otras, además de que valoró a la startup en 12,000 millones de dólares. Este acuerdo marcó una de las mayores rondas de financiación semilla en la historia de Silicon Valley, lo cual demuestra el interés de los inversores por respaldar nuevos y prometedores laboratorios de IA. Murati dijo que la startup revelará su primer producto en los próximos meses e incluirá un oferta de código abierto, además de que será una herramienta útil para que investigadores y otras startups creen modelos de IA personalizados. La perspectiva de Murati contraste con las del sector, pues según un reporte de The Information, la startup se especializa en crear soluciones que respondan a los indicadores clave de rendimiento (KPIs) de sus clientes, es decir, permiten que cada organización defina los objetivos y parámetros que guiarán el comportamiento del sistema. Por otra parte, las propuestas de Zuckerber e incluso la de Sam Altman se basan en crear grandes modelos generales que se asemejen al funcionamiento del cerebro humano, incluso hasta el punto de intentar superarlo para que usuarios y negocios cumplan con determinadas metas. A pesar de que en este momento Thinking Machines Labs cuenta con menos de un año de existencia, la financiación que consiguió le da dinero suficiente como para invertir en la retención de su talento.

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