El triple costo del shutdown

Evidentemente que para republicanos y demócratas el único costo que les importa es el político. ¿Quién habrá de cargar con la factura más abultada ante los electores?

Los costos del parón del gobierno federal estadounidense durante 43 días (shutdown) se pueden medir en diferentes frentes, pero solo como una contabilidad parcial, pues en 77 días se podría enfrentar una nueva paralización de la actividad gubernamental.

La conclusión inmediata es que la política estadounidense no está funcionando como el motor de acompañamiento a la economía de mercado más grande del mundo.

Están, primero, los costos económicos directos por el shutdown, que de hecho ya proyectan un efecto negativo en el desempeño del Producto Interno Bruto durante este último trimestre del año.

El costo diario del parón se calculó en 15,000 millones de dólares. Se pagarán de manera retroactiva unos 16,000 millones de dólares en salarios, pero esto no mitigará la pérdida de consumo que ya es irrecuperable.

Con esto, la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso (OAPC) estima que la pérdida económica permanente para la economía estadounidense será de 11,000 millones de dólares.

Hay una segunda pérdida que, aunque es más difícil de contabilizar, es muy grave y es la desconfianza que ha generado la falta de información económica.

Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales y de la Oficina del Censo ya sufrieron pérdidas en su recolección de datos y darán cifras parciales, lo que implicará un sesgo en la radiografía real del empleo, entre otros indicadores.

La Reserva Federal tendrá que tomar su siguiente decisión de política monetaria en menos de un mes con información incompleta.

Y como dato de comprobación de la incertidumbre, el índice de confianza del consumidor, que miden The Conference Board y la Universidad de Michigan, ha caído a su nivel más bajo en tres años como consecuencia del shutdown.

Pero hay un tercer costo adicional que puede ser más grave y que puede tener más repercusiones sociales y políticas.

Ocho demócratas renunciaron a la principal exigencia de su partido de extender los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare).

Es un seguro de salud que beneficia a 22 millones de personas y sin la extensión del beneficio fiscal las primas anuales se habrán de incrementar en promedio 114%, que equivale a tener que pagar más de 1,000 dólares extra al año.

La OAPC calcula que cuatro millones de personas ya no podrían pagar este seguro médico y, evidentemente, la frustración de 22 millones de beneficiarios estallará a partir el próximo 1 de enero del 2026, cuando estos incrementos entren en vigor.

El costo de la extensión del beneficio fiscal se calcula en 350,000 millones de dólares. Pero el debate social no es por el descomunal monto de recursos, sino porque queda la impresión de que los republicanos lo hacen para bajar los impuestos de los más ricos y los demócratas han sido débiles para defender esa causa.

El shutdown no fue solo una pausa administrativa, la más larga de la historia, sino un freno a la economía estadounidense, un deterioro en la confianza y una amenaza a la seguridad social. Tres costos graves

El costo diario del parón se calculó en 15,000 millones de dólares. Se pagarán de manera retroactiva unos 16,000 millones de dólares en salarios, pero esto no mitigará la pérdida de consumo que ya es irrecuperable.

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