El Teatro Juárez viste de gala: se reencuentra con el GIFF
Los guanajuatenses capitalinos están hablando de nuevo del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), como no lo hacían desde hace al menos un lustro.
El carismático Teatro Juárez se volvió a vestir de rojo. La alfombra que grita glamour y las vallas que la flanquean descienden desde la puerta principal, viran por la acera y se prolongan hasta el atrio del antiquísimo Templo de San Diego, justo en una de las desembocaduras más importantes de la red de túneles de la ciudad.
Los alrededores del Jardín de la Unión y del propio Teatro Juárez integran uno de los sitios más visitados de la ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; es donde suele concentrarse la mayor cantidad de paseantes. Pero hoy, especialmente hoy, la concentración de gente es significativamente mayor.
Está atardeciendo y ya se encendieron las poderosas luces que en un par de horas iluminarán los ajuares de cineastas, actrices, actores, productoras y demás invitados especiales que van a caminar por esta pasarela previa a la ceremonia de inauguración de la edición 28 de uno de los festivales de cine más importantes del país. El GIFF está de vuelta en casa: propios y extraños están volviendo a hablar de él.
“La agenda me impedía estar mucho más, pero de verdad quería estar aquí, aunque fuera por el fin de semana. Le tengo mucho cariño a este festival. Es muy importante que haya recuperado esta plaza”. Esto comenta el productor audiovisual Christian de la Luz a sus colegas durante el desayuno junto al hotel en el que se concentra gran parte de la prensa acreditada y otros invitados del encuentro.
“Lo que pase adentro va a ser una sorpresa”
Como este diario ha consignado a lo largo de los años, 2018 fue la última ocasión en que el festival vistió de rojo portentoso la fachada del Juárez y, por ende, la última en que el inmueble fue sede inaugural y principal del encuentro cinematográfico. Éste fue marginado por la anterior administración de la ciudad capital hasta que finalmente no fue posible realizar el encuentro aquí. Después vino la pandemia y todo intento por recuperar el centro de la capital guanajuatense parecía inviable, hasta ahora.
Pero, ¿por qué es relevante que el festival se reencuentre con el público que circunda este punto neurálgico del estado y de la propia ciudad de Guanajuato?
Se trata de un festival completamente gratuito, abierto para todo el público, con distintos espacios en sus tres ciudades sede que son acondicionados para las proyecciones de cintas mexicanas y extranjeras en competencia, así como las muestras especiales, fuera de certamen, que muchas veces se proyectan de manera ultra anticipada a su estreno en circuitos cinematográficos o definitivamente no se proyectarán en ningún otro espacio en el país. Y el principal objetivo del GIFF está en llamar la atención de ese público curioso.
Los alrededores del Teatro Juárez y el Jardín Unión están abarrotados. Muchos de los paseantes se han maravillado con el fulgor que sugieren las mantas, los carteles y la alfombra roja que revisten las calles; se apostan sobre las vallas del festival.
Al otro extremo del teatro, una fila de personas se extiende más allá de una cuadra con la esperanza de encontrar un lugar al interior del inmueble para presenciar la inauguración del GIFF, el homenaje al realizador mexicano Carlos Carrera y la proyección de la cinta uruguaya Un futuro brillante, dirigida por Lucía Garibaldi y premiada en la reciente edición del Festival de Tribeca en Nueva York. Pero muchas de las personas que esperan pacientes para ingresar desconocen mucho de esto.
José Andrés es uno de esos curiosos. “Tengo dos años viviendo en Guanajuato y ésta es mi primera vez. He visto puros videos y fotos en redes sociales de lo que era el GIFF antes. Entonces, estoy muy emocionado por participar. Lo que pase adentro, la película que se proyecte, va a ser una sorpresa para mí”.
Rinden homenaje a Carlos Carrera
El Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) inauguró su 28ª edición con un homenaje nacional dedicado al director, guionista y animador Carlos Carrera, demiurgo de no pocos personajes e historias que habitan el imaginario cinematográfico mexicano, con cintas como La mujer de Benjamín, El héroe, El crimen del Padre Amaro y Ana y Bruno, entre otras.
En el acto, el ganador de un premio Ariel, una Palma de Oro en Cannes y nominado a un Premio Oscar en 2003 declaró:
“Espacios como éste, como los festivales, como las salas de cine alternativas, son indispensables para que el cine independiente, especialmente el mexicano pueda verse por el público al que se debe. Porque una forma muy eficaz de censura es hacer que las películas mexicanas no se vean. Si todo el público, es decir, la gran mayoría del público en México viera las películas que se hacen, entendería mejor la realidad y sería más crítico”.
Por su parte, la directora del GIFF, Sarah Hoch, expresó: “es un momento donde pedimos más cine de Carlos Carrera y le pedimos a las autoridades culturales más fondos para producción cinematográfica mexicana y más apoyo a los festivales de cine. Somos la voz de todo el pueblo mexicano cuando pedimos más cine, más apoyo, más fondos”.