El T-MEC evita un colapso profundo en la cadena textil
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La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) reactivó una discusión decisiva para el sector textil. El Consejo Nacional de Organizaciones Textiles (NCTO, por sus siglas en inglés), que agrupa a fabricantes de fibras, hilos, telas, maquinaria y equipo estratégico, reconoce que el acuerdo con México y Canadá sostiene a una cadena que enfrenta cierres de plantas, pérdida de empleos y una competencia asiática que crece sin freno. El documento del Consejo estadounidense presentado ante la Oficina del Representante Comercial recordó que la cadena textil de América del Norte es una palanca económica construida durante 26 años.
La amenaza asiática
Mantener el cero arancel
En 2024, la industria generó un comercio que ronda los 20,000 millones de dólares entre Estados Unidos, México y Canadá. Más de la mitad de las exportaciones textiles estadounidenses tuvo como destino el bloque. La integración permitió un ecosistema que contrarrestó el avance de China y otros países asiáticos, que dominan el mercado global con insumos baratos, subsidios masivos y prácticas laborales cuestionadas. La organización afirmó que la industria vive su momento más adverso en décadas , pues 36 fábricas cerraron en dos años y 30,000 trabajadores en Estados Unidos perdieron su empleo solo en 2024. En México la situación sigue una ruta similar. Las cámaras empresariales señalan que la competencia desleal de China y otros países asiáticos afecta de forma directa al sector. La Concamin estima que la industria textil vale 25,000 millones de dólares, aunque 70% de ese mercado está en manos del contrabando que llega desde Asia. Esta presión ha provocado el cierre de más de 40 empresas. El secretario de Economía Marcelo Ebrard afirma que el sector textil perdió cerca de 80,000 empleos. Ante esto el gobierno lanzó varias medidas que incluyen aranceles a países de Asia, la cancelación del programa de importación temporal IMMEX para esta industria y apoyos financieros dirigidos a fortalecer su capacidad productiva y a recuperar empleos. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la fabricación de prendas de vestir permanece en terreno negativo desde noviembre de 2022. Desde Estados Unidos se pide mantener la exención de aranceles para mercancías que cumplen con el T-MEC, incluso bajo las medidas adoptadas al amparo de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional. El NCTO también solicitó extender ese beneficio a países de Centroamérica con los que existe un tratado vigente. Argumentó que la imposición de tarifas recíprocas afectó de inmediato la producción regional. Si la política arancelaria castiga a los países aliados del hemisferio en lugar de sancionar las prácticas de China y otros países asiáticos, la región perderá casi un millón de empleos directos e indirectos, y Estados Unidos reducirá aún más su capacidad industrial. Otro punto central es la regla de origen. El sector pidió conservar el principio “de hilo a prenda”, que obliga a que los insumos provengan del bloque para recibir trato preferencial. Consideró que las excepciones actuales, como los niveles de preferencia arancelaria, permiten que hilos y telas provenientes de China entren al mercado norteamericano disfrazados de producto regional. La organización propuso revisar esas excepciones para evitar fugas de valor y asegurar que los beneficios del acuerdo impulsen la producción local. El consejo solicitó endurecer el combate al fraude aduanero. La industria sufre prácticas que incluyen clasificación falsa de mercancías, triangulación para alterar el país de origen y subvaluación. El documento pidió establecer listas públicas de importadores reincidentes, aplicar sanciones más altas y obligar a México y Canadá a sancionar con mayor rigor a los responsables. También llamó a publicar datos trimestrales de cumplimiento para dar transparencia al sistema. El documento insistió en un punto que preocupa a legisladores, agencias de seguridad y organizaciones humanitarias. La infiltración de algodón y productos fabricados con trabajo forzoso en Xinjiang sigue presente en cadenas de suministro de varios países asiáticos. La organización solicitó que México y Canadá adopten medidas similares a la ley estadounidense que prohíbe la entrada de bienes vinculados a prácticas coercitivas. Según sus estimaciones, una parte importante de los textiles que llegan desde Asia contiene insumos procedentes de esa región. La organización planteó otra inquietud estratégica. La incorporación de México y Canadá al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico abrió una puerta para que productos asiáticos entren al bloque norteamericano con preferencias arancelarias. La industria pidió al gobierno estadounidense revisar este tema durante la evaluación del T-MEC y considerar la posibilidad de solicitar a los socios su salida del acuerdo transpacífico si la práctica afecta a productores del bloque. El documento advirtió también sobre el crecimiento acelerado de la inversión china en México. Aunque la cifra oficial suma 2,300 millones de dólares entre 2017 y 2024, diversas fuentes privadas calculan montos mayores. Para la industria estadounidense, la expansión de empresas chinas en territorio mexicano facilita la entrada de mercancías al mercado estadounidense con trato preferencial. Por ello solicitó explorar mecanismos de supervisión conjunta y controles más estrictos de inversión extranjera. La conclusión del consejo textil reúne todas las inquietudes. El T-MEC es el dique más importante frente al dominio asiático en un sector castigado por décadas de prácticas desleales.
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