El surgimiento de gobiernos populistas no se explica solo por factores económicos, plantean analistas

El surgimiento de gobiernos populistas no se explica solo por factores económicos, plantean analistas

En diferentes regiones del mundo han surgido gobiernos antiliberales y populistas cuya existencia no se puede explicar únicamente por factores económicos, plantearon analistas de Estados Unidos, Bulgaria y México.

Al participar en el encuentro La Libertad de Vuelta, organizado por Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego y la revista Letras Libres, Ivan Krastev, el presidente del Centro de Estrategias Liberales y miembro del Instituto de Ciencias Humanas de Viena, afirmó que no se puede explicar el giro antiliberal de Europa del Este basándose únicamente en factores económicos.

Te puede interesar

Puso como ejemplo el caso de los gobiernos populistas de Polonia, donde durante los últimos 35 años la economía de ese país es una de las que ha registrado un mayor crecimiento en Europa.

Además, destacó que tampoco es cierto que el gobierno populista tenga una economía totalmente destructora.

En su opinión, lo que hemos visto en Europa central y oriental durante los últimos años es, en gran medida, el aumento de lo que llamó el soberanismo, con un mensaje central: “Solo me preocupo por mi propia gente. No me importa nadie más”. Además, recalcó que el populismo siempre es plural.

Por su parte, Carlos Elizondo Mayer-Serra, profesor investigador en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, expuso que lo que Donald Trump, en Estados Unidos y Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, en México, hicieron o hacen muy bien es que le hablan a un sector de la población que se siente excluido por ese discurso meritocrático, de competitividad, que el neoliberalismo generó durante décadas, en aras de la eficiencia.

A su vez el analista David Jeffrey Frum, destacó que el populismo está tratando de obtener elementos de mando a expensas de elementos de acuerdo. En tanto, los liberales abogan por mayores cantidades de acuerdo, a expensas del mando.

Desde su perspectiva, estos últimos consideraron que cuando existe la amenaza de una caída económica, deberíamos tener un banco central que pueda suavizarla y cuando las personas se enfrentan a las incertidumbres del desempleo en la vejez, deberíamos establecer mecanismos que ayuden a mitigar el impacto de la recesión.

En ese sentido, el también exredactor de discursos del presidente George W. Bush indicó que los defensores del mando no son tan buenos para aprender y, de hecho, de alguna manera, están empeorando.

Dijo que, durante años, los defensores del mando perdieron prestigio, pero ahora están de vuelta. El problema es que dicen: “Nuestro error fue aprender demasiado; debemos retroceder; debemos ser más oscurantistas”.

Por otra parte, comentó que para el presidente Trump, su gran idea, es hacer que la economía estadounidense se parezca y funcione más como la economía china, es decir, más control sobre el movimiento de personas, más propiedad del Estado sobre la economía productiva; fronteras más estrictas; más control estatal sobre las cadenas de suministro, aunque eso también es más y más y más deuda.

El populismo mexicano

Carlos Elizondo Mayer-Serra opinó que, en el caso de México, el populismo es muy particular, pues, aunque es un populismo de izquierda, en la práctica su lógica tiene un solo concepto redistributivo, “que en el fondo es profundamente friedmaniano, que es yo reparto dinero”.

Se trata de un gobierno muy chiquito que tiene 25% de PIB de gasto, con un margen fiscal muy estrecho, el grueso del gasto se concentra en pensiones no contributivas, becas, apoyos para diferentes temas, indicó.

En tanto, el presupuesto para salud, educación y bienes públicos se ha contraído brutalmente. Entonces, es de izquierda en el sentido que reparte e impulsa una política laboral que permite un aumento en el salario real, pero es absolutamente neoliberal en edificar un Estado que pueda construir las capacidades reales para incorporar a la economía moderna y más con los retos de la inteligencia artificial en salud, educación a la población.

Para el académico mexicano, la paradoja del populismo de López Obrador y de Claudia Sheinbaum es que se trata de un Estado muy chiquito repartiendo dinero y casi no haciendo nada más. Como muestra, apuntó, el Estado mexicano invierte en 2025 dos puntos del PIB, mientras que la iniciativa privada 20 puntos del PIB.

Para el académico, a diferencia de los populismos de América Latina del pasado que resolvían la presión política emitiendo dinero, lo cual funcionaba en un tiempo, el mexicano es un gobierno que decidió ser macroeconómicamente prudente. Aceptar que se va a crecer poco. El crecimiento del sexenio pasado fue de 0.8% cuando la economía de Estados Unidos creció 2.4%. Este año la economía mexicana crecerá 0.5% cuando la economía de Estados Unidos crecerá 2%, pero le apuestan a que esa redistribución les alcance políticamente.

Proteccionismo de Estados Unidos

Elizondo mencionó que la economía mundial enfrenta una tensión particular en la cual Estados Unidos, como nunca, ha asumido una postura económica proteccionista, pero que no ha tenido ningún impacto positivo en su reindustrialización.

El especialista en política comparada expuso que si se analizan las cifras de empleo de Estados Unidos es prácticamente el mismo que existía antes del inicio del segundo periodo de gobierno del presidente Trump.

Lo realmente novedoso respecto de la economía del pasado, indicó, es la inteligencia artificial que hoy está explicando prácticamente todo el crecimiento en Estados Unidos, con lo cual además se está desequilibrando aún más los beneficios de ese crecimiento.

Destacó que lo que estamos viendo hoy es un experimento del que no sabemos dónde va a terminar, porque no sabemos en qué momento esa promesa de crecimiento nuevo, anclado en la inteligencia artificial va a llevar, por ejemplo, a tener mejoras increíbles en la capacidad de producir moléculas médicas, aumentar la capacidad en coordinación de logística y hacer más productiva a la economía de Estados Unidos. “Eso no lo hemos visto, pero sí los costos en materia de empleo”.

Remarcó que una de las razones por las cuales Trump llega al poder es que una parte de los ciudadanos de Estados Unidos no se siente representada, sino que se trata de personas que se perciben excluidas u olvidadas.

Al respecto, Ivan Krastev, apuntó que las grandes empresas tecnológicas estadounidenses en sus relaciones con el gobierno comienzan a ser diferentes. De repente se convirtieron en empresas privadas con mentalidad estatal.

Ahora lo que importa es el poder no las instituciones

En la mesa se planteó la idea de que estamos ante el regreso de un mundo donde lo que importa es el poder, no las instituciones. Al respecto, Carlos Elizondo consideró que, para América Latina, la forma en que Trump resuelva el esfuerzo de construir una estrategia frente a los gobiernos populistas de la primera generación en América Latina, en concreto Venezuela y Cuba, va a definir el espacio de maniobra que tienen aquellos gobiernos que construyen regímenes populistas estatistas en la región.

También comentó que los gobiernos de América Latina quieren coquetear con China no necesariamente por afinidad ideológica, sino porque sirve de contrapeso a Estados Unidos. Incluso el gobierno mexicano coqueteó un poco con esa idea, sin embargo, las condiciones objetivas básicas, elementales es que con China competimos y no nos complementamos.

Ante eso, el gobierno mexicano decidió que había que quedarnos en la órbita de América del norte.

Admiración por el Estatismo

Para el analista David Frum, el milagro básico de la economía china fue que tenían una sociedad con un nivel de educación muy alto, que había sido empobrecida por las crisis de los siglos XIX y XX, pero cuando las crisis terminan, los recursos humanos impulsaron su recuperación.

Los chinos usaron el poder del Estado para suprimir el consumo privado y redirigir toda la riqueza o gran parte de la riqueza creada por el rebote de una sociedad potencialmente avanzada al control estatal y a una alta inversión.

En ese sentido dijo que ese podría ser el enfoque actual del gobierno mexicano, pero no funciona en México porque el gobierno no es lo suficientemente represivo como para suprimir tanto el consumo privado.

Por otra parte, Elizondo mencionó que, desde el punto de vista ideológico, en el gobierno mexicano hay algo así como una enorme admiración de un estatismo que sí funciona y se imaginan a sí mismos que pueden de alguna forma emular eso, pero es una fantasía por diversas razones, la más importante es que parte del triunfo de Morena es estrictamente anti meritocrático.

Lo delicado, abundó, es que se ha construido una lógica estrictamente antimeritocrática. Puso como ejemplo que las elecciones del poder Judicial, además de que violentan los principios elementales de la separación de poderes, están basadas en el principio de que cualquiera puede ser juez.

Eso ha erosionado las capacidades del Estado mexicano, que de por sí nunca fueron muy sólidas, lo que vuelve casi imposible el llamado “sueño chino”, incluso en áreas específicas.

admin